Nicaragua, Guatemala y El Salvador experimentaron la mejora más notoria luego de en la última década no se registrara ningún ataque terrorista, acompañado de una reducción significativa de las tasa de homicidios, destaca el Índice Global de Terrorismo 2025, publicado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP).
Dicho índice asigna una puntuación a los países a partir de cuatro indicadores, que toman en cuenta el número total de incidentes terroristas en un año determinado, las muertes, la toma de rehenes y las lesiones. Sin embargo, la metodología no incluye los hechos violentos perpetrados por las pandillas como terrorismo.
De acuerdo con la edición de 2025, todos los países de la región experimentaron una reducción de eventos catalogados como terrorismo, pero “la mayor mejora se produjo en Nicaragua, seguida de Guatemala y El Salvador, países que no han registrado ningún ataque desde 2014”.
“La región de Centroamérica y el Caribe se ha mantenido prácticamente libre de terrorismo durante la última década. Once de los doce países obtuvieron una puntuación de cero en el GTI de 2025. Esto significa que estas naciones no han sufrido ningún ataque terrorista en al menos los últimos cinco años”, destacó el IEP.
El centro de investigación señaló que la disminución de terrorismo en El Salvador, Guatemala y Nicaragua está acompañada de una reducción significativa de las tasas de homicidios, donde El Salvador se llevó la mejora más notable por la drástica caída de muertes violentas de 103 a 1.9 por cada 100,000 habitantes en 2024, la más baja del hemisferio occidental.
En una escala de 1 a 100, donde el 1 corresponde al país con mayor ataques terroristas y 100 donde no se registran eventos significativos, El Salvador, Costa Rica, Honduras, Panamá, Nicaragua y Guatemala se encuentran en el grupo 100.
A nivel mundial, el país con más ataques terroristas es Burkina Faso, en África Occidental, seguido de Pakistán y Siria.
México, un socio comercial importante para Centroamérica y corredor de la migración irregular, no registra ataques en las últimas tres ediciones del informe. El IEP señala que el terrorismo en este país ha estado históricamente impulsado por motivaciones ideológicas o políticas, aunque destaca que la actividad delictiva de los cárteles no se clasifica como terrorismo según los parámetros de los reportes.
El instituto señala que el terrorismo es una amenaza global persistente, ya que el número de países que experimentó al menos un incidente aumentó de 58 a 66 en 2024. El informe matiza que la región africana de Sahel se ha convertido en el “epicentro del terrorismo mundial”, responsable del 51 % de todas las muertes relacionadas.