Más del 90 % de los ciudadanos de El Salvador, Costa Rica y Panamá consideran que el cambio climático ya les impacta a su vida cotidiana, reveló una encuesta del Banco Europeo de Inversión (EIB).
El brazo financiero de los Veintisiete publicó la semana pasada los resultados de una encuesta sobre el clima, realizada en mayo de 2023 y que recoge la opinión de más de 10,500 participantes de 13 países de América Latina y el Caribe, incluyendo El Salvador, Costa Rica y Panamá.
Este estudio reveló que un 96 % de los salvadoreños cree que el cambio climático afecta su vida cotidiana, el porcentaje más alto de la región. Para Costa Rica esta cifra se sitúa en el 94 % de su población y para los panameños es un 92 %.
De todas las crisis que Centroamérica atraviesa, el cambio climático será la de mayor impacto en el bienestar de la población con la reducción de la disponibilidad de agua dulce para el consumo humano, sequías más extensas e intensas, un aumento del nivel del mar y las temperaturas cada vez más elevadas.
Este 2023, los hogares centroamericanos se enfrentan a El Niño después de un largo episodio de tres años de La Niña. Aunque son fenómenos catalogados como naturales, el climático encrudece los períodos de sequías que dejan una estela de daños en los cultivos, sobre todo en el corredor seco centroamericano, donde viven 10 millones de personas dedicadas a la agricultura de subsistencia y sin acceso a recursos.
En este caso, un 35 % de los salvadoreños encuestados dice que ha sufrido escasez de agua. La misma problemática ha sufrido un 42 % de los costarricenses y un 47 % de los panameños.
La reducción de agua afecta desde los hogares ubicados en zonas remotas, hasta grandes infraestructuras como en el Canal de Panamá, que en los últimos años ha visto mermada su operación por la reducción en el nivel del mar e imposibilita el ingreso de grandes buques, retrasando así el ingreso de mercaderías y sobrecostos para las empresas.
La solución es migrar
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima que al menos 200 millones de personas a nivel mundial migrarán debido al cambio climático para 2050, una situación que en Centroamérica ya es una realidad.
El estudio revela que los ciudadanos de estos tres países consideran que la degradación ambiental es considerada uno de los principales desafíos, junto con la violencia, el crimen, la pobreza, la desigualdad, el desempleo y el acceso al agua, todas problemáticas estructurales que el istmo arrastra.

De acuerdo con la encuesta del EIB, el 43 % de los consultados en Costa Rica cree que es posible que tenga que trasladarse a otra región o migrar a otro país debido al cambio climático. Esta misma opinión tiene el 44 % de los ciudadanos de Panamá y el 53 % de los salvadoreños.
El documento también señala que siete de cada 10 salvadoreños (un 75 %) consideran que sus ingresos y sustentos están comprometidos por el cambio climático, al igual que un 76 % de Costa Rica y un 72 % en Panamá.
Los ciudadanos de estos tres países coinciden en que los gobiernos deben implementar medidas más estrictas para hacer frente al cambio climático. En el caso de los salvadoreños, un 87 % aboga por que las inversiones se centren en generación de energía renovable en lugar de los combustibles fósiles. Un 80 % de los costarricenses y 84 % de los panameños opinan lo mismo.