El Ejército de Estados Unidos anunció una recompensa de $10,000 a quien proporcione información creíble que ayude a esclarecer la muerte del primer teniente Marciano Angelo Parisano, de 25 años, cuyo cuerpo fue hallado el pasado 3 de mayo en Comayagua, Honduras.
Parisano, originario de Cibolo, Texas, prestaba servicio como piloto de helicóptero UH-60 Black Hawk en la Base Aérea Soto Cano, también conocida como Palmerola. Estaba asignado al 1.º Batallón del 228.º Regimiento de Aviación, parte de la Fuerza de Tarea Conjunta-Bravo, unidad expedicionaria del Comando Sur de EE.UU. especializada en cooperación regional, combate al narcotráfico y ayuda humanitaria en Centroamérica.
Según el comunicado oficial, el oficial estadounidense fue visto por última vez en cámaras de seguridad a las 3:20 a.m. del 3 de mayo, saliendo del Club Santos, en Comayagua. Al día siguiente, un ciudadano alertó a las autoridades tras observar un cuerpo flotando en el río Chiquito. Las autoridades hondureñas confirmaron que se trataba del teniente Parisano.
La investigación está siendo coordinada entre la policía hondureña y la División de Investigación Criminal del Ejército de EE.UU. (CID), que mantiene abierta la búsqueda de pistas para esclarecer el caso.
“El aporte de Parisano a nuestro equipo es incalculable”, declaró el coronel Daniel Alder, comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta-Bravo. “Será profundamente extrañado por todos los que tuvimos el privilegio de conocerlo y servir con él”.
La CID del Ejército de EE.UU. ha habilitado los números (912) 547-4626 y WhatsApp (571) 656-7842, así como una plataforma digital, para recibir información confidencial relacionada al caso. Las pistas pueden enviarse de forma anónima.
El caso del militar estadounidense muerto en Honduras continúa bajo investigación, y las autoridades estadounidenses insisten en la colaboración internacional para resolver este trágico hecho.