Estados Unidos anunció este jueves sanciones contra una organización guatemalteca de traficantes de personas que habría contrabandeado a miles de migrantes irregulares hacia Estados Unidos.
Según el comunicado de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro, la Organización López está dirigida por los guatemaltecos Rolando Galindo López Escobar, su hijo Whiskey Hans López Ambrosio y la esposa de este Karen Stefany Hernández Vanegas.
Si bien la organización ha operado principalmente en Nuevo México, Arizona y California, sus operaciones también han incluido partes de Texas, con migrantes transportados a Virginia y otros estados alejados de la frontera entre Estados Unidos y México.
El grupo “buscó contrabandear a miles de migrantes a los Estados Unidos a través de una operación transnacional ilegal que explotó a aquellos en busca de una vida mejor para ellos y sus familias”, dijo el subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, Brian E. Nelson.
“A partir de nuestras tres acciones contra las operaciones de contrabando de personas solo este mes, el Tesoro, en coordinación con nuestros socios mexicanos y guatemaltecos y como parte de nuestro enfoque de todo el gobierno, continuará interrumpiendo las organizaciones y redes que buscan beneficiarse de estas actividades delictivas”, subrayó Nelson.

El fiscal del distrito de Nuevo México, en Estados Unidos, también anunció una acusación contra el líder de la banda de los López, Ronaldo Galindo López Escobar, así como contra Whiskey Hans López Ambrosio, la esposa de López Ambrosio, Karen Stefany Hernandez Vanegas (Hernandez Vanegas), y otras cinco personas por conspiración para transportar y albergar extranjeros ilegales.
Según la acusación, la banda de los López ha introducido de contrabando a miles de personas desde 2017, desde Guatemala, a través de México y hacia los Estados Unidos.
La acusación señala que como parte de sus operaciones de contrabando de personas, la organización de los López compró documentos mexicanos fraudulentos y pagó tarifas de cártel para facilitar el movimiento de migrantes a través de México. A medida que su negocio crecía, la organización adquirió autobuses para transportar un mayor número de migrantes a los Estados Unidos.
Además del transporte de personas, la organización era responsable de operar casas de alijo a lo largo de la frontera suroeste donde los migrantes eran alojados ilegalmente.
“Los líderes de la organización dependieron de varios bancos y empresas de servicios monetarios de los Estados Unidos para recibir el pago de los miembros de la familia de los que estaban siendo objeto de contrabando y para pagar a otros miembros de la organización, ubicados en México y Guatemala, por sus servicios de contrabando”, señala la OFAC.