Las autoridades costarricenses proyectan cerrar el año 2024 con una cifra de homicidios similar a la de 2023 cuando se produjeron 907 asesinatos, todo un récord para este país centroamericano.
“Si seguimos en la misma ruta, vamos a terminar en 880 o 900 homicidios, y la verdad es que un año después es como pesar 95 kilos y haber bajado 2 kilos. En un año, eso es muy poco”, dijo el director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Randall Zúñiga, en declaraciones al diario La Nación.
Para el jefe policial, desafortunadamente una reducción de 13 crímenes, como la que va del año, es insignificante, pues todavía falta fin de año, periodo en el que aumenta este tipo de criminalidad. Sin embargo, “no se pueden normalizar 800 o 900 casos en Costa Rica”.
Según las cifras oficiales, si la tendencia se mantiene hasta finales de diciembre, la tasa de homicidios dolosos en Costa Rica rondará los 17,2 casos por cada 100.000 habitantes, similar a la alcanzada en el 2023, y la más alta de la última década.
Según el OIJ, del total de homicidios del 2024, el 63% son producto de ajustes de cuentas, la mayoría por asuntos de narcotráfico o crimen organizado. En el 2023, siete de cada 10 muertes fueron por esta razón. Además, al igual que el año pasado, Limón, San José y Puntarenas, lideran como las provincias con más homicidios dolosos.
En el 2023, el 92% de las víctimas fueron hombres y solo el 8% mujeres, con un promedio de tres homicidios diarios. La mayoría de las víctimas, seis de cada diez, tenían entre 20 y 29 años, lo que refleja un impacto devastador en la población joven del país.
El uso de armas de fuego predominó en ocho de cada diez homicidios, mientras que en uno de cada diez casos se utilizaron armas blancas o métodos alternativos.