Conferencia Episcopal de Honduras y exige justicia para víctimas de Masacre de Los Horcones

A 50 años del múltiple crimen ocurrido en la propiedad del padre del Manuel Mel Zelaya, los obispos rindieron homenaje al padre Casimiro Cypher y a las otras 13 víctimas asesinadas en Olancho en 1975, al tiempo que exigió verdad y justicia por uno de los crímenes más atroces en la historia reciente del país.

Pintura alusiva a las víctimas de la Masacre de Los Horcones, cometida en 1975 en las propiedades del papá de Manuel Mel Zelaya.

En el 50° aniversario de uno de los hechos más atroces de la historia reciente de Honduras, la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH) emitió un emotivo mensaje en memoria del padre Casimiro Cypher, asesinado junto a otras 13 personas el 25 de junio de 1975 en la hacienda Los Horcones, Olancho. En el comunicado, los obispos calificaron su muerte como un “sacrificio por la causa del Evangelio” y destacaron que la sangre derramada por los mártires “se ha convertido en semilla de vida y esperanza”.

La CEH expresó su cercanía y solidaridad con la diócesis de Juticalpa, los frailes Menores Conventuales y los familiares de las víctimas. Recordaron que el testimonio de fe de Fray Casimiro y los demás asesinados “dio vigor a la vida pastoral en Olancho”, convirtiéndose en símbolo de resistencia ante la injusticia.

La masacre que marcó a Honduras

La Masacre de Los Horcones ocurrió bajo el régimen militar de Juan Alberto Melgar Castro, en un contexto de fuerte conflictividad agraria. El 25 de junio de 1975, 14 personas —entre ellas sacerdotes, campesinos y estudiantes— fueron secuestradas, torturadas y brutalmente asesinadas por efectivos militares y terratenientes aliados del poder. Los hechos tuvieron lugar en la hacienda de José Manuel Zelaya Ordóñez, padre del expresidente Manuel Zelaya Rosales (suegro de la presidenta Xiomara Castro).

Comunicado Conferencia Episcopal de Honduras en el aniversario 50 de la Masacre de Los Horcones, Olancho.

Entre las víctimas destacaron el sacerdote estadounidense Michael Jerome Cypher (Fray Casimiro) y el colombiano Iván Betancourt, quienes fueron castrados y mutilados antes de ser asesinados. Cinco campesinos fueron quemados vivos, y dos estudiantes universitarias fueron lanzadas vivas a un pozo de 40 metros de profundidad, posteriormente dinamitado para ocultar los crímenes.

Los responsables materiales, incluyendo altos mandos del Ejército y terratenientes, fueron condenados en 1979, pero liberados apenas un año después gracias a un decreto de amnistía, consolidando una impunidad que aún provoca indignación.

Conmemoración y reclamo de justicia

En 2004, el Congreso Nacional declaró el 25 de junio como el “Día de los Mártires por la Justicia Social”, aunque su conmemoración ha sido esporádica. Este año, a medio siglo del crimen, la Iglesia católica y organizaciones sociales han impulsado eucaristías, documentales y espacios de reflexión que exigen memoria, verdad y justicia.

El padre jesuita Ismael Moreno (padre Melo) recalcó que la memoria de las víctimas debe ser un “aguijón de conciencia” para el Estado hondureño, que sigue sin abordar la conflictividad agraria de fondo. “Los mártires de Los Horcones nos gritan desde la historia que no puede haber paz sin justicia”, expresó.

Reacciones divididas

Pese al reconocimiento público de la Iglesia, sectores de la sociedad siguen divididos. Mientras líderes religiosos y defensores de derechos humanos demandan un acto de disculpa formal por parte de la familia Zelaya, otros —especialmente en redes sociales— han minimizado la implicación de los responsables históricos, evidenciando la polarización que aún rodea estos hechos.

La Conferencia Episcopal concluyó su mensaje citando el Evangelio de Juan: “Si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto”. En ese espíritu, llamó al pueblo de Dios a mantener viva la memoria de quienes dieron su vida luchando por los pobres y a no permitir que el silencio borre su legado.

“Fray Casimiro no murió en vano. Su sacrificio y el de los demás mártires de Los Horcones sigue llamándonos a construir un país donde la vida, la justicia y la dignidad sean sagradas”, concluyó el mensaje firmado por el presidente de la CEH, monseñor José Vicente Nácher.

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