La Policía Nacional Civil (PNC) de Guatemala confirmó la captura de María Marta Castañeda Torres, sobrina de la excandidata presidencial y exprimera dama Sandra Torres. La detenida es pareja de Aldo Dupie Ochoa, El Lobo, uno de los principales cabecillas del Barrio 18.
Su arresto ocurrido en La Antigua Guatemala, Sacatepéquez, fue calificado por el ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, como “un golpe estratégico” en la lucha contra las pandillas.
Según el Ministerio Público (MP), Castañeda Torres enfrenta cargos por asociación ilícita, asesinato y asesinato en grado de tentativa. Además, hay otros procesos abiertos por estafa, defraudación tributaria y lavado de dinero.

En la audiencia inicial, su defensa solicitó que fuese trasladada a la cárcel militar Mariscal Zavala, medida que fue aceptada provisionalmente por la jueza.
La detenida ha sido señalada en el pasado en procesos de alto perfil, entre ellos el caso de “La Sexta”, que investigó el asesinato del militar Byron Lima Oliva dentro de la cárcel de Pavón.
Aunque intentó declararse culpable por encubrimiento propio en 2022, el tribunal rechazó su solicitud y el proceso continúa abierto.

Castañeda Torres también fue condenada en 2021 por un caso de estafa en contra de la Municipalidad de San Andrés Sajcabajá, Quiché, donde comprobó que cobró más de 1.5 millones de quetzales ($195 mil dólares) por un servicio inexistente relacionado con la construcción de un mercado municipal.
En ese expediente también resultó condenado su exesposo, Francisco Gabriel Urriola Noriega, por lavado de dinero.
Vínculos con cabecillas de pandillas
Expertos en seguridad consideran que su captura representa un golpe directo al Barrio 18. Esto se debe a su presunta capacidad de opresión en la estructura de alias “El Lobo”, quien recientemente fue trasladado a la cárcel de máxima seguridad Renovación I en Escuintla.

“Se les está pegando donde más les duele”, señaló el analista Francisco Girón.
El exministro de Gobernación, Francisco Rivas, agregó que esta acción envía un mensaje de confianza a la ciudadanía. También demuestra el esfuerzo del gobierno por retomar el control de las cárceles y debilita al crimen organizado.
A su vez, politólogos como Renzo Rosal advierten que el caso evidencia las conexiones entre política y estructuras criminales, lo que incrementa la preocupación ciudadana sobre la influencia de las pandillas en escenarios de poder.

La detención de Castañeda Torres no solo impacta la seguridad interna en Guatemala, sino que también refuerza la discusión en la región sobre la relación entre narcotráfico, pandillas y política.
Analistas coinciden en que este caso podría abrir nuevas investigaciones sobre redes criminales con nexos familiares y políticos. Esto tendría repercusiones en el clima electoral y en la estrategia regional de combate al crimen organizado.