Las autoridades de Costa Rica decomisaron el fin de semana un nuevo cargamento de cocaína en el puerto de contenedores APM Terminals, ubicado en Moín, Limón, a unos 160 kilómetros al este de San José, capital del país.
En la operación fueron detenidos cuatro hombres sospechosos de intentar introducir droga en un contenedor con destino aún no determinado.
Durante un patrullaje de rutina dentro de las instalaciones portuarias, agentes de la Policía de Control de Drogas (PCD) y de Vigilancia Aérea sorprendieron a cuatro individuos manipulando dos contenedores.
Al percatarse de la presencia policial, los sujetos intentaron huir, pero fueron capturados tras una breve persecución.
Uno de los detenidos rompió en llanto al verse acorralado y lanzó su teléfono móvil al suelo. Fue identificado con los apellidos Pérez Mora.
También fueron arrestados tres hombres más, de apellidos Mankle Brown, Sibas y Duarte González. A todos se les decomisaron teléfonos celulares, mientras que a Sibas se le encontraron rastros de droga en su vestimenta y una suma de aproximadamente 580 dólares en efectivo, entre moneda local y divisas extranjeras.
En total, las autoridades hallaron 40 paquetes de presunto clorhidrato de cocaína distribuidos en dos contenedores, uno de ellos con 39 paquetes sellados y otro con un paquete adicional. Las pruebas lofoscópicas realizadas en el lugar no arrojaron coincidencias positivas, según informó la Policía.
El hallazgo ocurrió apenas 24 horas después de que en la misma terminal portuaria se incautara otro cargamento de 49 kilos de cocaína, detectado tras una revisión con escáner y una acción posterior de inteligencia por parte del Ministerio de Seguridad Pública.
“Fue la acción investigativa en puerto de nuestras unidades la que permitió ubicar el contenedor exacto y realizar el decomiso”, declaró el ministro de Gobernación, Policía y Seguridad Pública, Mario Zamora Cordero.
El caso fue puesto a disposición del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), que mantiene abiertas las pesquisas para determinar la ruta del cargamento y la posible participación de más personas.
El puerto de Moín, uno de los más modernos de Centroamérica, ha sido señalado por las autoridades como un punto clave para el tráfico de drogas hacia Europa y América del Norte, debido a su alto volumen de carga y conectividad internacional.