A pocos días de que el presidente Rodrigo Chaves cumpla su tercer año en el poder, un nuevo estudio de percepción ciudadana revela una creciente desconfianza de los costarricenses hacia su administración, especialmente en materia de seguridad pública, el mayor desafío que enfrenta el país centroamericano en un contexto regional de creciente violencia.
Según la última encuesta realizada por el Instituto de Estudios Sociales en Población (Idespo) de la Universidad Nacional (UNA), un 67,1 % de la población considera que la situación de la seguridad ciudadana ha empeorado en el último año, mientras que un 56 % identifica a la inseguridad como el principal problema nacional, por encima de la crisis económica (17 %) y la corrupción (15 %).
El estudio, elaborado entre el 5 y el 13 de marzo de 2025 con una muestra de 764 personas y un margen de error de 3,5 %, también revela que el 46,9 % de los ciudadanos considera que el Gobierno de Chaves es “muy incapaz” o “algo incapaz” de enfrentar los problemas más graves del país. Solo un 29,3 % cree que es “algo capaz”, y apenas un 17,5 % lo califica como “muy capaz”.
El informe refleja el creciente escepticismo de la ciudadanía en momentos en que Costa Rica enfrenta niveles récord de violencia. El país, que históricamente fue uno de los más seguros de América Latina, cerró 2023 con 907 homicidios y alcanzó 880 víctimas en 2024.
Mantiene en 2025, además, un ritmo alarmante que podría superar las 1.000 muertes violentas a final de año, impulsado por el crimen organizado y el narcotráfico.
Pese al deterioro en materia de seguridad, la gestión del presidente Chaves recibe una calificación promedio de 6,6 sobre 10, cifra que se ha mantenido prácticamente inalterable desde noviembre de 2023. En contraste, al inicio de su mandato, en septiembre de 2022, Chaves había alcanzado una nota de 7,7.
En cuanto a los logros del Gobierno, el 33 % de los encuestados no identificó ninguno, mientras que un 19,2 % mencionó el combate a la corrupción y un 15,3 % destacó mejoras en la infraestructura vial. Apenas un 3,7 % señaló avances en seguridad ciudadana, el área que más preocupa a la población.
Entre los ministros mejor valorados figuran Efraím Zeledón, de Obras Públicas y Transportes (6,3), y Mario Zamora, de Seguridad Pública (6,2), aunque este último enfrenta crecientes cuestionamientos por el manejo de la violencia. Nogui Acosta, titular de Hacienda, y Franz Tattenbach, de Ambiente y Energía, obtuvieron las calificaciones más bajas.
La encuesta también señala que un 60 % de los costarricenses aprueba las críticas de Chaves contra el Poder Judicial y el Poder Legislativo, en una línea de confrontación política que ha caracterizado su gestión. Sin embargo, propuestas como la venta de activos estatales, la eliminación de programas de educación sexual y la respuesta a la crisis de especialistas médicos en la Caja Costarricense de Seguro Social reciben menos del 40 % de respaldo ciudadano.
Costa Rica, tradicionalmente reconocida por su estabilidad democrática y su Estado de bienestar, enfrenta ahora uno de sus momentos más delicados en décadas. El deterioro de la seguridad pública, el avance del crimen organizado y la creciente impunidad judicial colocan al país en el centro de atención de organismos internacionales que han advertido sobre la necesidad de fortalecer sus instituciones y proteger el modelo democrático ante el embate del crimen y la corrupción.
El reto para el presidente Chaves y su equipo de Gobierno, a medida que avanza el último tramo de su administración, será recuperar la confianza ciudadana y frenar la espiral de violencia que amenaza con erosionar los pilares que durante años distinguieron a Costa Rica en la región.