El coordinador general del Partido Libertad y Refundación (Libre), Manuel Zelaya, defendió la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente en Honduras. Aseguró que solo en un país “de trogloditas” y “enfermos mentales” se opondrían a una consulta popular de este tipo.
Zelaya criticó a quienes rechazan el mecanismo de consulta ciudadana. Indicó que estos sectores no entienden la democracia y actúan como “analfabetas políticos”, aunque se proclamen demócratas. Según dijo, la Constituyente es un derecho del pueblo y un paso esencial para transformar el país.
El exmandatario también se refirió al papel del sector privado. Afirmó que la empresa privada es necesaria para el desarrollo nacional. “Somos empresarios y así hemos vivido toda nuestra vida, no en el gobierno, que solo nos ha dado problemas y lucha”, declaró.
🚨🗣️“Solo en un país de trogloditas, enfermos mentales, que ni siquiera cumplen con la democracia, pueden oponerse a una consulta popular como es la Asamblea Nacional Constituyente”
Manuel Zelaya Rosales, coordinador del Partido Libre.#Exclusiva @radiohrn 📻 pic.twitter.com/aROsdopsFE
— TSiHonduras (@TSiHonduras) August 11, 2025
¿Culpa de Libre?
Zelaya lamentó que se responsabilice a Libre de todos los problemas del país. “Nosotros resentimos que se nos quiera acusar absolutamente de todo. Somos demócratas y vamos a demostrarlo todos los días”, aseguró.
En su discurso, cuestionó el modelo de democracia actual. Sostuvo que en más de dos siglos de independencia, Honduras no ha tenido una verdadera consulta popular. Señaló que los poderes económicos hegemónicos bloquean el progreso y limitan la participación ciudadana.
“Ir a las urnas es un ejercicio estadístico de un país, no es una democracia. Es necesario ir a las urnas, pero la democracia va más allá”, expresó. Para Zelaya, la democracia implica igualdad, respeto y la posibilidad de decidir sobre el futuro a través de consultas amplias e inclusivas.
El líder de Libre, esposo de la presidenta del país, Xiomara Castro y su principal consejero, reiteró que la Asamblea Constituyente es una oportunidad para replantear el sistema político y económico. A su juicio, este proceso permitiría crear un modelo más representativo y justo, alejado de la influencia de élites económicas que han marcado la historia del país.
Las declaraciones de Zelaya reactivan el debate nacional sobre la viabilidad de la Constituyente. También generan reacciones de sectores políticos y empresariales, que mantienen posiciones opuestas frente a la propuesta.
Mel, como le llaman, fue derrocado en junio de 2009 precisamente cuando impulsaba una constituyente.