Las autoridades nicaragüenses habrían confiscado un nuevo centro educativo en la ciudad de Jinotepe, departamento de Carazo, denunció este lunes en sus redes sociales el periodista exiliado Miguel Mendoza.
El comunicador advirtió que la dictadura Ortega Murillo confiscó el colegio San José de Jinotepe, propiedad de la Congregación Hermanas Josefinas, a quienes obligaron a abandonar Nicaragua.
“Los padres de familia fuimos notificados de que los profesores ya recibieron su liquidación”, dijo un ciudadano a Mendoza.
De acuerdo con la denuncia, el colegio católico se llamará “Bismarck Martínez”, un paramilitar que según el relato de la dictadura desapareció la noche del 29 de junio de 2018 cuando pasó en su vehículo por el tranque que estaba frente al centro escolar.
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Patrón de confiscaciones
La medida, dijo, forma parte de una estrategia del régimen de Daniel Ortega para reforzar el control político sobre el sistema educativo y eliminar espacios independientes.
Desde 2018, el gobierno recrudeció las confiscaciones de instituciones académicas, en su mayoría vinculadas a la Iglesia católica o a actores independientes.
Uno de los casos más emblemáticos fue la expropiación, en agosto de 2023, de la Universidad Centroamericana (UCA), bajo falsas acusaciones de “terrorismo”.
En agosto de 2024, la dictadura también confiscó el colegio católico “Madre del Divino Pastor” de Diriamba y pasó al control del Ministerio de Educación, desplazando a las religiosas que lo administraban.