Este 1 de marzo se celebra en Nicaragua el Día Nacional del Periodista en un contexto en el que la libertad de prensa está prácticamente extinta, según denunció la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF). Con decenas de periodistas exiliados, medios cerrados y el control absoluto del discurso público por parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, el país atraviesa una de las peores crisis en su historia para el ejercicio del periodismo independiente.
“Es una vergonzosa farsa”, afirmó Artur Romeu, director de RSF para América Latina, que exigió “al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo que ponga fin a la persecución contra la prensa”.
RSF alertó que el gobierno ha consolidado un sistema de represión que ha obligado a cientos de comunicadores a abandonar el país. La confiscación de medios críticos, la persecución judicial y la criminalización del periodismo han convertido a Nicaragua en un territorio donde la prensa libre prácticamente no existe.
“La situación es aterradora. Muchos periodistas independientes han dejado de trabajar por miedo. Los que se encuentran en arresto domiciliario no pueden informar sobre su situación debido a las amenazas que pesan sobre ellos y sus familias”, según el comunicado.
A su vez, la Fundación para la Libertad de Expresión y la Democracia (FLED) documentó la expulsión de al menos 46 comunicadores durante el mismo periodo.
El día del periodista “se ha convertido en un duro recordatorio de la implacable opresión a la que se han enfrentado los periodistas independientes en Nicaragua”, señaló.
Desde 2018, unos 300 periodistas han sido forzados a dejar Nicaragua debido a la persecución gubernamental. Muchos de ellos han sido despojados de su nacionalidad y catalogados como “traidores a la patria”, mientras que los medios de comunicación independientes han sido cerrados o intervenidos.
Uno de los ejemplos más notorios es el del diario *La Prensa*, que ahora opera desde el exilio tras la confiscación de su sede en Managua. Además, canales de televisión y radios comunitarias han sido clausurados, dejando el espacio mediático en manos de la propaganda oficial.

En el último año, 4 periodistas nicaragüenses han sido detenidos por la policía y a la fecha se desconoce el paradero de 3 de ellos.
El régimen de Ortega ha utilizado la Ley de Ciberdelitos, aprobada en 2020, para perseguir a periodistas y voces críticas en redes sociales. Esta legislación permite procesar a cualquier ciudadano que difunda información que el gobierno considere “falsa” o “desestabilizadora”, lo que ha generado un clima de autocensura entre los pocos comunicadores que permanecen en el país.
A pesar de las constantes denuncias de organismos de derechos humanos y de prensa, la comunidad internacional ha tenido una respuesta limitada ante la grave situación en Nicaragua. RSF ha instado a los gobiernos democráticos y a las organizaciones internacionales a redoblar esfuerzos para presionar al régimen de Ortega y exigir el restablecimiento de la libertad de prensa.
“Voces en resistencia”: una campaña por la libertad de prensa
En respuesta a la crisis del periodismo en Nicaragua, el colectivo de derechos humanos Nicaragua Nunca Más lanzó la campaña “Voces en resistencia: Libertad para informar”, que busca visibilizar la persecución contra la prensa y generar presión internacional.
“El periodista es un sujeto que por vocación o por circunstancias especiales representa el primer avance del pueblo en su lucha por la democracia. Donde triunfamos nosotros, triunfa el pueblo”, Pedro Joaquín Chamorro.#Nicaragua #DíadelPeriodistaNi #1deMarzo pic.twitter.com/H6dWwwkkxV
— Alianza Cívica Nicaragua (@AlianzaCivicaNi) March 1, 2025
“El periodismo en Nicaragua no sólo está bajo asedio, sino que se ha convertido en una de las principales víctimas de la represión estatal”, declaró Salvador Marenco, coordinador de Incidencia y Comunicación del colectivo.
La iniciativa, que se extenderá durante un mes, incluirá videos, podcasts, infografías y capacitaciones para periodistas en el exilio, así como testimonios sobre la resiliencia de quienes siguen informando desde el extranjero.
También se abordarán casos de comunicadores encarcelados y desaparecidos.
“El exilio no nos ha callado, pero sí nos ha obligado a reinventarnos. Seguimos informando lo que pasa en Nicaragua, porque el derecho a la verdad es irrenunciable”, afirmó la periodista Wendy Quintero, quien fue forzada a abandonar el país.
Un llamado a la comunidad internacional
Tanto RSF como Nicaragua Nunca Más instaron a los organismos internacionales a redoblar la presión sobre el régimen de Ortega y Murillo para garantizar la libertad de prensa en el país.
Este primero de marzo es el día nacional del periodista en Nicaragua. Pedimos por la libertad de los colegas encarcelados, denunciamos la represión del régimen totalitario de Daniel Ortega, y celebramos la voluntad de no callar de centenares de colegas. https://t.co/3ntcnMNPBW
— Octavio Enríquez (@Cabistan) March 1, 2025
“Lo que debería ser un día de celebración para los periodistas nicaragüenses está marcado por la represión, el exilio y las desapariciones forzadas”, subrayó RSF en su comunicado.
Mientras tanto, en Nicaragua, la prensa independiente sigue resistiendo desde el exilio, enfrentando el desafío de mantener informada a la población bajo uno de los regímenes más autoritarios de la región.
El país ocupa el puesto 163 en el ranking de libertad de prensa de RSF, de un total de 180 países. Está en el grupo de “situación muy grave” con Rusia, China, Corea del Norte o Afganistán.