La pareja dictatorial de Nicaragua, Daniel Ortega y Rosario Murillo, autorizaron a su hijo, Laureano Ortega Murillo, la facultad de firmar un acuerdo comercial con las autoridades prorrusas de Donetsk, región ucraniana ocupada por Rusia y reconocida únicamente por Siria y Corea del Norte.
Según un decreto publicado en el diario oficial La Gaceta, Ortega Murillo podrá actuar “en representación del Gobierno” para concretar el “acuerdo entre la República de Nicaragua y la República Popular de Donetsk sobre Cooperación Comercial y Económica”.
La medida ha generado tensiones con Ucrania, que en julio expresó su rechazo a través de un comunicado del Ministerio de Exteriores. La protesta se dio tras la publicación de una carta de Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo, dirigida al presidente ruso, Vladímir Putin, en la que afirmaban que las regiones de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia forman “parte integral de Rusia”.
“Ucrania insta a las autoridades de Nicaragua a desmentir de inmediato esas informaciones. De lo contrario, lo consideraremos una confirmación con todas las consecuencias que ello implica”, advirtió la diplomacia ucraniana.
La dictadura Ortega-Murillo, crítica con la OTAN y con Occidente por su papel en la guerra de Ucrania, ya había autorizado previamente a Laureano Ortega a firmar un acuerdo de cooperación con Sebastopol, ciudad ucraniana bajo control ruso desde la anexión de Crimea en 2014.
En enero pasado, Ucrania también denunció la visita de una delegación rusa procedente de Crimea ocupada a Nicaragua, para firmar acuerdos económicos y de hermanamiento entre Yalta y la ciudad nicaragüese de Granada. Kiev presentó una nota de protesta oficial el 31 de enero, considerando la visita como una violación a su soberanía y a las normas del derecho internacional.
El Gobierno ucraniano subrayó que en 2020 ya había impuesto sanciones sectoriales contra Nicaragua por abrir un consulado honorario en Simferópol, ciudad ubicada en la península de Crimea, anexada ilegalmente por Rusia en 2014.
Daniel Ortega ha reiterado su respaldo a Moscú desde el inicio del conflicto. En febrero de 2022, poco antes de la invasión, afirmó: “Estoy seguro de que, si lo someten a referéndum, como en Crimea, la gente votará por anexarse a Rusia”.
Con este nuevo paso, Managua refuerza su alineamiento con el Kremlin en plena guerra en Ucrania y en abierta confrontación con la postura de la comunidad internacional.