El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araqchi, anunció que su país fortalecerá sus relaciones con la dictadura de Nicaragua, con énfasis en los sectores político, económico y cultural, en el marco de su estrategia de cooperación con aliados en América Latina.
Durante una reunión en Teherán con el nuevo embajador iraní en Managua, Araqchi instruyó a su representante a priorizar el desarrollo de acuerdos bilaterales y el incremento del intercambio comercial.
“Nicaragua es un socio estratégico para Irán en la región, y estamos comprometidos a ampliar nuestra cooperación en áreas clave”, afirmó el canciller iraní, según medios estatales.
El anuncio se enmarca en la política exterior de la administración del presidente Masoud Pezeshkian, quien ha insistido en consolidar alianzas con países que comparten una postura de confrontación con Estados Unidos y otras potencias occidentales.
En septiembre de 2024, en su discurso ante la Asamblea General de la ONU, Pezeshkian subrayó la importancia de establecer vínculos basados en la “igualdad y el respeto mutuo”.
Desde el retorno de Daniel Ortega al poder en 2007, Nicaragua ha reforzado su acercamiento con Irán, firmando acuerdos de cooperación en diversas áreas, incluyendo energía, salud y educación.
En los últimos años, ambos gobiernos han intensificado su discurso contra las sanciones internacionales impuestas por Washington.
La profundización de esta relación se da en un contexto en el que Irán busca expandir su influencia en América Latina a través de alianzas estratégicas con países bajo regímenes autoritarios, como Venezuela y Cuba. Analistas advierten que este acercamiento podría incluir colaboración en temas de defensa y seguridad, sectores en los que Teherán ha buscado consolidar su presencia en la región.
Hasta el momento, el régimen de Ortega no ha emitido una declaración oficial sobre el anuncio iraní, aunque en ocasiones anteriores ha destacado la relación con Irán como parte de su política de diversificación de socios internacionales.