¡Gritos, empujones y tirones de pelo! El Congreso de Guatemala se convierte por un momento ring político

Si hay un ente que “no decepciona” en Guatemala, ese es el Congreso. Si no es un incremento salarial para los diputados que resulta profundamente impopular entre la ciudadanía, es un zafarrancho en una en medio de una sesión de pleno. Esta vez fueron 2 las diputadas que buscan espacio en la lucha libre.

El Congreso guatemalteco volvió a demostrar este martes que no tiene nada que envidiarle a las mejores telenovelas. Ni el mejor libreto de comedia política podría haber previsto lo que ocurrió en el hemiciclo: empujones, jalones de cabello, gritos de barra brava y una sesión que terminó sin quórum, pero con mucho drama.

Todo comenzó cuando la oposición tomó el control de la plenaria, situación que incomodó al presidente del Congreso, Nery Ramos, quien no dudó en aplicar la famosa técnica del “mejor me voy” y levantó la sesión. Pero lo que parecía un cierre rutinario dio paso a una escena digna de lucha libre parlamentaria.

La diputada de Semilla Elena Motta, terminó protagonizando un altercado con la diputada Greicy de León, del bloque VAMOS. El cruce de palabras se transformó rápidamente en un intercambio de empujones, jalones de pelo y hasta arengas desde las curules.

“¡Así se hace, Elena!”, gritó un entusiasta colega desde el fondo, como si estuviera animando una pelea de campeonato.

Video tomado de @AztecaNoticiasGT

Según testigos, De León intentaba evitar que Ramos abandonara el salón, mientras Elena lo escoltaba con convicción… o complicidad, según a quién se le pregunte. Fue entonces cuando De León, en modo defensa personal, lanzó un empujón que terminó en una coreografía improvisada de jalones de cabello y manotazos entre ambas diputadas. Todo esto, claro, frente a cámaras, colegas y una nación que observa incrédula —aunque ya poco se sorprende.

Tras la gresca, y aún con los pelos alborotados, Elena Motta escribió en sus redes sociales con tono desafiante: “Está quedando muy claro quiénes en este Congreso le estamos respondiendo al pueblo de Guatemala y quiénes le responden única y exclusivamente a su bolsillo y a Consuelo Porras”. Se refiere a la fiscal general, señalada de corrupta y de promover acciones antidemocráticas. Además, archienemiga del presidente Bernardo Arévalo y su partido, Semilla.

La escena, aunque tragicómica, refleja el ambiente polarizado y caótico que vive actualmente el Congreso guatemalteco, donde el debate político ha pasado del micrófono al contacto físico. En lugar de reformas, se reparten zancadillas. En lugar de consensos, se lanzan miradas de odio y uno que otro tirón de pelo.

Por ahora, se desconoce si las diputadas presentarán denuncias formales o si resolverán sus diferencias en la próxima sesión con guantes de boxeo y árbitro en el centro. Lo que sí es seguro es que, en el Congreso de Guatemala, el show nunca termina.

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