La propaganda de la dictadura sandinista en Nicaragua vendió la idea de que la asociación política y económica con el régimen comunista de China traería grandes beneficios al país, y hasta anunció con fiesta la donación de miles de viviendas y apartamentos financiados por el gigante asiático.
Sin embargo, una indagación periodística del diario La Prensa al presupuesto general de la República de Nicaragua el año 2024, revela que el cacareado apoyo chino y de otros regímenes aliados del dictador Daniel Ortega, como Rusia, Irán o Corea del Norte, no destacan en los planes del próximo año como donantes o financiadores externos y que todo parece ser un negocio del régimen con fondos públicos.
Al contrario, la indagación revela que los fondos para construcción de viviendas que la propaganda sandinista había atribuido a la “generosidad china”, en realidad saldrán del bolsillo de los nicaragüenses.}
La dictadura sandinista, que traicionó la confianza y apoyo financiero amplio que le brindaba Taiwán para aliarse con China Popular, ha vendido la idea que las buenas relaciones con China, Rusia Venezuela e Irán le permitirían al país “enfrentar con mayor fortaleza el 2024”.
Taiwán sí donó millones de dólares para la construcción de proyectos de viviendas populares en Nicaragua.

No aparecen donantes chinos, rusos, coreanos ni iraníes
Peo en el Presupuesto General de la República, estos países no figuran entre los donantes ni financistas externos para el próximo año, sino, al contrario, quienes destacan son los países, foros y organismos a los que el dictador y su pareja Rosario Murillo acusan constantemente de “imperialistas”.
Entre los donantes de Nicaragua figuran la Unión Europea, el BID, UNICEF, FAO, Banco Mundial y el principal es UE, que aportará 550 millones de córdobas (unos 15 millones de dólares).
Los aliados del régimen, por quienes Ortega se ha desgalillado a niveles de servilismo en los foros internacionales, no figuran en los planes económicos del próximo año en Nicaragua.
Sobre todo, China. En 2022 la dictadura promovió la idea que China financiaría el Programa de Viviendas Nuevas Victorias que en tres años edificaría 12,034 viviendas en 84 municipios del país para la clase social pobre.

Mentiras al doble del dictador Ortega
Sin embargo, la indagación de La Prensa reseña que el dictador mintió al doble: ni las casas serán donadas o beneficiarán a los más pobres sino a las clases trabajadoras del Estado con mayores ingresos, ni serán financiadas a un costo de 60 millones de dólares de los bolsillos chinos.
En el Presupuesto General de la República 2024 se establece que serán financiados con recursos del Tesoro, es decir con los impuestos de los nicaragüenses, sobre todos los capitalinos.
Los apartamentos Nuevas Victorias los ofrece la Alcaldía de Managua con fondos públicos del Instituto de la Vivienda Urbana y Rural (Invur), a un costo de 54.93 millones de córdobas (unos 1.55 millones de dólares).
En enero de 2022, la vocera de la dictadura Rosario Murillo anunció un “gran programa de viviendas” con fondos chinos para beneficio de 12,034 familias en 84 municipios.
“Estamos trabajando, vamos concluyendo y podemos anunciar que el Gobierno de la República Popular China ha aprobado un importante proyecto de cooperación con nuestra Nicaragua y el pueblo nicaragüense, un gran programa de viviendas para las familias en todo el país (…) el plan es para tres años, beneficiando a decenas de miles de familias nicaragüenses en 84 municipios del país”, informó Murillo el 28 de enero del 2022.

Con fondos del BCIE y no para familias pobres
Este año, el hijo de los dictadores, Laureano Ortega, sancionado por corrupción, lavado de dinero y violación de derechos humanos, anunció que el proyecto de viviendas tendría un costo de 60 millones de dólares en concepto de cooperación no reembolsable y sería dirigidos por constructores chinos.
Si bien algunas viviendas se han construido y entregado, han sido mediante venta y crédito a precios de mercado a familias con poder adquisitivo y de preferencia sandinista que hayan escrito una carta al dictador Daniel Ortega pidiendo el beneficio.
No se han incluido en el presupuesto el origen de los fondos, por lo cual China no aparece como donante o prestamista y, al contrario, se refleja que el proyecto es financiado con fondos públicos y préstamos del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para subsidios a familias de ingresos moderados.
El Invur es el ente público ejecutor de un préstamo por 171.65 millones de dólares que el BCIE le aprobó a Nicaragua en 2020, pero por razones desconocidas el primer desembolso se entregó hasta julio de 2022.
El préstamo otorgado por el BCIE es para beneficiar a 18,660 familias a través de dos modalidades. La primera dirigida a 7 mil familias en extrema pobreza que recibirán un subsidio completo no mayor de 7 mil dólares cada una.
Las restantes 11,660 familias de ingresos bajos recibirán una combinación de crédito y subsidio para adquirir su vivienda.
Negocio jugoso en nombre de la “solidaridad china”
Sin embargo, el Invur también lo usará para promover la construcción de viviendas para familias de “ingresos moderados”, como los que exigen a los compradores de los apartamentos Nuevas Victorias que atribuyen a la cooperación china.
Las casas, pese a venderse como un proyecto social, tienen un elevado costo para la economía doméstica nicaragüense: plazos de 25 años, con 300 cuotas de 365 dólares mensuales que suman un costo total de 109,500 dólares.
La cifra eleva por más del doble los costos de las viviendas catalogadas como de interés social en la Ley Especial para el Fomento de la Construcción de Viviendas y de Acceso a la Vivienda de Interés Social, que establece que para acceder a este beneficio el valor de la vivienda unifamiliar no debe exceder los 40 mil dólares y la multifamiliar 50 mil dólares.
Las casas, que van a un ritmo mucho más lento y opaco de lo anunciado, tampoco la construyen los chinos, si no, posiblemente, empresas nacionales ligadas a empresarios del partido del régimen, beneficiadas con contratos oscuros que benefician a empresas donde figuran testaferros de la familia Ortega-Murillo, así como militares y empresas de la policía.
La decisión de financiar a través del Presupuesto la construcción de estos apartamentos, deja en evidencia que después de incursionar como los grandes constructores de viviendas de interés social y desplazar del negocio a las urbanizadoras privadas, ahora la Alcaldía de Managua con apoyo del Invur le apuesta a un segmento de mayor poder adquisitivo que pueda pagar cuotas mensuales de entre 170 y 365 dólares.