Gobierno de Honduras lamenta cancelación del TPS, mientras oposición critica falta de acciones concretas

El canciller Javier Bu dijo que el gobierno izquierdista de Xiomara Castro, que ha tenido múltiples confrontaciones con Estados Unidos en el último año, busca “soluciones” para la comunidad migrante, desde los partidos Liberal y Nacional llueven señalamientos.

Migrantes hondureños en Estados Unidos pidiendo ampliación de TPS (imagen de archivo, tomada de redes sociales).

El anuncio del Gobierno de Estados Unidos de cancelar el Estatus de Protección Temporal (TPS) para Honduras ha provocado una oleada de reacciones encontradas. Mientras la administración de Xiomara Castro expresó su “lamento” ante la decisión, sectores de la oposición acusaron al gobierno de pasividad e inacción diplomática frente a una medida que afecta directamente a miles de migrantes hondureños.

El canciller Javier Bu Soto aseguró que la medida entrará en vigor en 60 días y responde a la evaluación de Washington, según la cual Honduras ya no presenta las condiciones extraordinarias que motivaron el otorgamiento del TPS tras el huracán Mitch.

Bu Soto citó como avances recientes:

“Reiteramos nuestro compromiso de velar por los derechos de nuestros compatriotas en el exterior y de seguir abogando por soluciones permanentes que reconozcan su aporte a nuestras comunidades y economías”, indicó el funcionario.

Los señalamientos

Sin embargo, desde la oposición las críticas no se hicieron esperar. El candidato presidencial Salvador Nasralla, del Partido Liberal, cuestionó la falta de acción diplomática ante una decisión que, según él, deja a miles de hondureños “en el limbo”. “¿Dónde está la Cancillería? ¿Dónde están las gestiones? Conmigo, Honduras tendría relaciones internacionales con propósito: proteger a su gente”, señaló.

Por su parte, el diputado nacionalista Tomás Zambrano calificó la cancelación como “una decisión injusta” que ignora las realidades humanas y expone a miles de familias al riesgo de deportación. Criticó que el gobierno de Libre mantenga un “silencio cómplice” y lo acusó de alejarse de aliados estratégicos como Estados Unidos por razones ideológicas. “¡Basta de indiferencia y servilismo ideológico!”, reclamó.

Actualmente, el TPS beneficia a más de 44,000 hondureños que viven y trabajan en Estados Unidos desde hace más de dos décadas. La suspensión del programa abre un período de incertidumbre para estas personas, muchas de las cuales han echado raíces y construido familias en ese país.

Mientras tanto, organizaciones de defensa de migrantes y expertos en política exterior han instado al gobierno hondureño a intensificar sus gestiones diplomáticas y explorar mecanismos bilaterales que garanticen una salida digna y legal para quienes se verían forzados a regresar a un país que, aseguran, aún enfrenta múltiples desafíos estructurales.

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