A medida que se aproxima el 30 de noviembre, fecha de las elecciones generales en Honduras, la ciudadanía se ve inmersa en un mar de incertidumbre. Seis empresas encuestadoras han publicado resultados que se contradicen entre sí, generando desinformación y sembrando dudas en el electorado.
Libertad y Democracia, Le Vote, TecniMerk, ProEncuestas, Métrica y Opinómetro ofrecen escenarios completamente distintos. Cada una ubica a un candidato presidencial diferente como líder en intención de voto, sin coincidencias claras ni metodologías consistentes.
Candidatos líderes dependen de la encuestadora
Las diferencias son notables:
- Libertad y Democracia y Le Vote colocan a Salvador Nasralla como favorito.
- TecniMerk también lo muestra arriba, pero con márgenes reducidos.
- ProEncuestas y Métrica favorecen a Nasry Asfura.
- Opinómetro sitúa en primer lugar a Rixi Moncada.
Esta es la realidad, por eso atacan tanto a Salvador, va arriba en las encuestas.
(Esta no es encuesta hecha en la cocina del familión)
Honduras quiere algo diferente, quiere a Salvador. Ya es tiempo Salvita! pic.twitter.com/Nss38Y4Qox— Rashid Mejía (@RashidMG3) August 4, 2025
Este escenario deja al votante sin una guía clara y confiable sobre el comportamiento electoral, afectando la transparencia del proceso democrático.
Saturación de encuestas afecta la percepción ciudadana
Expertos advierten que la saturación de encuestas en Honduras está teniendo un efecto nocivo en la confianza pública. La exposición constante a datos opuestos impide al ciudadano distinguir entre mediciones técnicas y propaganda.
“Cuando cada encuestadora coloca a un candidato distinto en la punta, el ciudadano se pregunta quién miente y quién dice la verdad”, señaló Stephany Pineda, investigadora en comunicación.
Esta incertidumbre puede inducir a decisiones erradas como el “voto útil” basado en datos inconsistentes o provocar apatía ante el proceso.
#UNETV | En la principal red social de Honduras, Facebook, un reciente sondeo de opinión muestra una clara ventaja para la candidata Rixi Moncada. Con un 55% de los votos, Moncada no solo lidera la encuesta, sino que también duplica el apoyo combinado de sus oponentes más… pic.twitter.com/WwxMPCBoNq
— UNE TV (@unetv_hn) August 18, 2025
Opiniones ciudadanas reflejan desconfianza
Para muchos votantes, los resultados ya no tienen peso. Luis Hernández, comerciante en Tegucigalpa, expresó su frustración:
“Hoy dicen que gana Nasralla, mañana que Asfura, y después que Rixi. Uno termina por no creer en nadie”.
María José Martínez, estudiante universitaria, coincidió en que la información en redes sociales no genera claridad sino frustración.
Polarización y falta de control institucional agravan el problema
En un país altamente polarizado, la proliferación de encuestas contradictorias aumenta la posibilidad de confrontación. Así lo advierte Denis Gómez, exmagistrado del extinto Tribunal Supremo Electoral.
“Cada bando toma los datos que le convienen. Eso abre la puerta a narrativas de fraude y refuerza la desconfianza institucional”, explicó Gómez.
El problema se ve agravado por la falta de regulación efectiva. Algunas encuestadoras no cuentan con autorización vigente del Consejo Nacional Electoral (CNE), requisito obligatorio según la Ley Electoral.
Opacidad metodológica resta credibilidad
Un análisis de EH Verifica reveló que Opinómetro, Le Vote y ProEncuestas no están habilitadas actualmente por el CNE para difundir sondeos. A esto se suma que muchas firmas no publican datos esenciales como:
- Tamaño de muestra
- Margen de error
- Técnica de recolección
Algunas ni siquiera tienen presencia oficial en línea. Los resultados se difunden desde páginas nuevas en redes sociales, sin ofrecer respaldo técnico.
“Una encuesta sin ficha técnica es propaganda disfrazada de dato científico”, afirmó Gómez.

Desinformación digital y vacío legal
El analista político Luis León explicó que muchas encuestas responden a los intereses de quienes las financian. En su opinión, el vacío legal en el levantamiento de encuestas digitales facilita la difusión de información manipulada.
“Las encuestas en redes sociales no son creíbles. No hay control sobre cómo ni por qué se publican”, advirtió León.
La desinformación electoral digital se presenta como uno de los grandes retos de cara a los comicios.
Medidas necesarias para recuperar la confianza
Especialistas coinciden en que se requiere una acción coordinada para recuperar la credibilidad de los sondeos. Las soluciones propuestas incluyen:
- Mayor control por parte del CNE, con sanciones a encuestadoras no autorizadas.
- Medios de comunicación que verifiquen la validez de las encuestas antes de difundirlas.
- Campañas de alfabetización mediática desde la sociedad civil y la academia.
Estas acciones pueden ayudar a que los ciudadanos aprendan a identificar encuestas confiables y a filtrar la propaganda disfrazada de datos estadísticos.
La transparencia, clave para una elección legítima
En Honduras, las encuestas electorales deberían ser herramientas técnicas para medir la opinión pública. Sin embargo, el uso irresponsable, la falta de regulación y la opacidad metodológica han transformado estos instrumentos en factores que alimentan la desinformación.
La transparencia en la metodología y la regulación efectiva de las encuestadoras son condiciones mínimas para recuperar la confianza de los votantes. Solo así se podrá asegurar que el proceso electoral 2025 se desarrolle con legitimidad, claridad y respeto a la voluntad popular.
Con información de El Heraldo