Lo que debía ser una jornada para conmemorar la lucha de los trabajadores terminó convertida en una pasarela de insultos, arengas políticas y, cómo no, un espectáculo de intolerancia viral digno de una tragicomedia moderna.
En el centro de la marcha del Día del Trabajador en Honduras, un hombre destacó por su furia desatada contra una mujer que, vestida con traje de baño, ejercía su derecho a protestar. El momento fue captado en video y rápidamente compartido por los infalibles jueces del Internet.
“¡Oscar!”, le gritaban sus compañeros, quizás intentando detenerlo o, sin querer, regalándole al mundo su verdadera identidad. Gracias a la inagotable energía detectivesca de las redes sociales, en menos de lo que canta un gallo ya todos sabían que se trataba de Óscar David Montecinos, empleado del Sistema Nacional de Emergencias 911. Sí, el mismo sistema que, irónicamente, tiene como lema “Protegemos tu vida”.
😮🔴 Estudiante de medicina que protestó en traje de baño este Día de los Trabajadores, recibe agresiones verbales de un capitalino. Todo quedó registrado en video.
Video cortesía pic.twitter.com/V4Pip5weSM
— HCH Televisión Digital (@HCHTelevDigital) May 1, 2025
¿Y quién mejor para protegernos que alguien capaz de perder los estribos en plena vía pública?
Montecinos, oficialista declarado, evidentemente sacudido por la tormenta digital que siguió al episodio, recurrió a su cuentas en redes sociales para ofrecer disculpas y denunciar ataques.
“El día de hoy excedí mi comportamiento, perdí el control… Lo lamento”, escribió. También aprovechó para denunciar que ha sido objeto de amenazas y mensajes de odio, algunos incluso relacionados con su orientación sexual, la cual decidió hacer pública ante la gravedad del acoso recibido.
“Estoy sufriendo amenazas… me reconozco como un hombre gay… responsabilizo a quienes me han enviado esos mensajes”, expresó Montecinos, visiblemente afectado por el giro que tomó la situación.
Honduras,Intolerancia, 911, Oficialismo, Ataque, Pero la pregunta que muchos ciudadanos se hacen ahora no es si Montecinos fue víctima del linchamiento digital (que, sin duda, lo fue), sino: ¿En manos de quién está nuestra seguridad? Porque cuando un jefe de operaciones del 911 protagoniza un espectáculo de ira en plena marcha, el lema institucional parece más bien una broma de mal gusto.
La ciudadanía, por su parte, exige que las autoridades del Sistema Nacional de Emergencias se pronuncien y actúen. También se ha pedido la intervención de la Fiscalía de la Mujer, dado que la mujer insultada no hizo más que ejercer su derecho a la manifestación pacífica.
Este episodio nos recuerda, con tintes trágicos y algo de ironía, que la rabia no discrimina cargos ni uniformes. Y que en un país donde los gritos en la calle se viralizan más que las soluciones, una marcha puede terminar siendo todo menos un homenaje al trabajador.