En una visita que resalta la atención internacional que ha generado el caso, los embajadores del Reino Unido y Canadá en Guatemala se reunieron esta semana con el periodista José Rubén Zamora Marroquín en la prisión de Mariscal Zavala. La visita diplomática fue interpretada como un gesto de respaldo a la libertad de prensa y al respeto por los derechos humanos en el país centroamericano.
Zamora, fundador de los diarios Siglo Veintiuno y El Periódico, enfrenta desde 2022 un proceso judicial que organizaciones nacionales e internacionales consideran como un caso emblemático de persecución política. Reconocido por su labor investigativa en casos de corrupción, el periodista permanece actualmente en prisión preventiva mientras se resuelven los recursos legales interpuestos por su defensa.
La visita de los diplomáticos ocurre en un contexto de creciente preocupación internacional. Tanto organismos multilaterales como defensores de derechos humanos han denunciado que los cargos presentados contra Zamora —incluyendo lavado de dinero y obstrucción a la justicia— carecen de fundamentos sólidos y responden a una estrategia para silenciar voces críticas en Guatemala.
El Embajador de Canadá y la Embajadora de @UKinGuatemala visitaron en prisión a José Rubén Zamora @ChepeZamora, perseguido por su lucha contra la corrupción. 🇨🇦 y 🇬🇧 reafirman su apoyo a la libertad de expresión y la justicia independiente en Guatemala 🇬🇹 #LibertadDeExpresion pic.twitter.com/GFyuzZB6nP
— Canadá en Guatemala (@EmbCanGuatemala) July 18, 2025
En marzo de este año, tras una revocatoria del arresto domiciliario que le había sido concedido en 2024, Zamora fue retornado a prisión por decisión de la Sala Tercera de Apelaciones, en respuesta a una solicitud del Ministerio Público. La resolución, ampliamente cuestionada, se basó en supuestas irregularidades procesales. Poco después, la Corte Suprema de Justicia otorgó un amparo provisional que volvió a suspender esta medida, aunque el periodista continúa privado de libertad a la espera de un fallo definitivo.
La comunidad internacional ha mantenido una postura firme frente al caso. En 2024, el Grupo de Trabajo de la ONU sobre Detención Arbitraria calificó su encarcelamiento como arbitrario, recomendando su liberación inmediata.
Por su parte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos señaló el uso desproporcionado del sistema penal en Guatemala contra periodistas y operadores de justicia independientes.
Durante su detención Zamora ha denunciado condiciones inhumanas de reclusión, incluyendo aislamiento, pérdida de peso y deterioro de su salud. Las presiones contra su entorno también se han manifestado en amenazas a jueces y abogados vinculados a su defensa.
El cierre de El Periódico en mayo de 2023, tras casi tres décadas de operaciones, es una de las consecuencias más visibles de la presión institucional.
Diversos informes sitúan el caso Zamora como un símbolo del deterioro de la libertad de expresión en el país, donde periodistas, fiscales y jueces enfrentan procesos judiciales o el exilio.
Mientras tanto, el Ministerio Público sostiene que los cargos responden a actividades ilícitas ajenas al ejercicio periodístico. Sin embargo, esta postura es ampliamente rechazada por la comunidad internacional, que considera que el proceso busca acallar denuncias incómodas.
El presidente Bernardo Arévalo ha expresado públicamente su rechazo a la persecución contra Zamora, aunque diversos sectores critican la falta de avances concretos para frenar el uso del aparato judicial como mecanismo de represión.
José Rubén Zamora, de 68 años, ha sido galardonado con múltiples reconocimientos internacionales por su trayectoria, entre ellos el Premio Maria Moors Cabot, el International Press Freedom Award y el Premio Gabo a la Excelencia. Su historia continúa siendo observada de cerca por entidades internacionales como un termómetro de la situación democrática en Guatemala.