El uso de donaciones de la República Popular China durante la campaña electoral salvadoreña fue un hecho frecuentemente denunciado por medios de comunicación entre diciembre de 2023 y marzo de este año.
“El Gobierno del presidente Nayib Bukele está beneficiando su candidatura presidencial en camino a su reelección. A diez días de las elecciones generales, la administración Bukele usa reos en fase de confianza y empleados públicos para repartir en el interior del país cajas de productos alimenticios, papel higiénico, entre otros artículos de la canasta básica. También hay empleados públicos que están entregando arroz y fertilizantes donados por China”, decía El Faro en enero, a menos de dos semanas de los comicios.
El Diario de Hoy denunciaba por su parte que “el gobierno del candidato y presidente Nayib Bukele entrega cientos de libras de arroz por persona, donado por la República Popular China, antes de los comicios y durante campaña electoral”.
Este periódico mostraba imágenes de los sacos claramente identificados en español, inglés y mandarín.
“El 8 de enero de 2024, Gracia se fue a Nejapa, a las instalaciones del ahora disuelto Instituto Nacional de Juventud (INJUVE), y le entregaron los sacos que, con ayuda de su pareja, cargó al vehículo que consiguieron. Cada saco contiene 50 kilogramos de arroz y pesa unas 110.231 libras. En total, Gracia se llevó 882 libras de grano”, decía El Diario de Hoy.
No es la primera vez que China y sus donativos aparecen denunciados en una campaña electoral. En 2018, fue precisamente Bukele, entonces candidato presidencial, quien acusó públicamente a China de inmiscuirse en el proceso electoral de 2019, a raíz de un donativo ofrecido en plena campaña que fue repartido por el gobierno del FMLN.
Bukele hizo una afirmación similar ya como presidente electo en una comparecencia en Washington ante The Heritage Foundation denunciando la interferencia china, pero luego se acercó a China siendo presidente y los donativos se usaron nuevamente en otra campaña, su campaña.
“Hasta ahorita todos los partidos políticos, con excepción de los que quizás no tienen financiamiento, están haciendo lo mismo que han hecho todos los años, todas las elecciones. Tengo 40 años de ver procesos electorales y todos los partidos de gobierno, siempre han usado esas estrategias”, justificó el magistrado del Tribunal Supremo Electoral, Guillermo Wellman, cuando era cuestionado al respecto.
No hubo sanción alguna por el uso de donativos chinos ni en 2018 ni en 2024.

La biblioteca en campaña
Otro instrumento de la campaña electoral oficialista fue el uso de la Biblioteca Nacional de El Salvador (Binaes), un moderno edificio de siete plantas ubicado en el centro de San Salvador y que ha sido publicitado ampliamente por el gobierno de Bukele.
La biblioteca fue inaugurada en noviembre y fue el último acto oficial de Bukele previo a la campaña. Su construcción fue una donación de la República Popular China, con un costo presupuestado de $54 millones, según había informado el mandatario en 2021.
Varios diputados, incluyendo la vicepresidenta de la Asamblea Legislativa, Suecy Callejas, utilizaron el edificio para hacer sus videos promocionales de campaña, pese a ser un edificio público.
@suecallejase ¡Sigamos trabajando para que los cambios sean irreversibles! #5uecyCallejas #Operación2024
“Creo que la biblioteca fue utilizada como un instrumento de campaña, los chinos saben eso y también fue evidente para la gente en Washington”, explica el académico salvadoreño Ricardo Valencia, profesor del Departamento de Comunicaciones de la Universidad Estatal de California, en Fullerton.
Según Valencia, “Bukele juega con los chinos para obligar a Washington a reaccionar”.
“Este juego de usar la biblioteca ha preocupado a un grupo de conservadores en Washington”, asegura Valencia.
El senador republicano, Marco Rubio, quien ha aparecido varias veces defendiendo a Bukele pero ha advertido repetidamente sobre la influencia china en El Salvador.
“Bukele debería limitar aún más la influencia de China en El Salvador, como lo hizo al cesar las negociaciones con Huawei en 2023”, señaló Rubio en declaraciones en febrero pasado.
Rubio además señaló que “El Salvador no puede permitirse el lujo de desperdiciar las oportunidades económicas que han creado las medidas de seguridad de Bukele al caer en las trampas de la deuda china”.
El académico Valencia sostiene que China se vale de la debilidad institucional salvadoreña y permite el uso de sus donativos para los intereses de los poderosos de turno.
“Lo qué sí veo es que China ve debilidad institucional en El Salvador,”, subraya Valencia.