El homicidio del coronel en retiro del Ejército de Nicaragua, Roberto Samcam Ruiz, el pasado 19 de junio en Costa Rica, lo habría ordenado la cúpula militar con autorización del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, según las investigaciones preliminares del caso.
A Samcam, uno de los opositores más visibles del régimen nicaragüense en el exilio, lo asesinaron con al menos 8 impactos de bala dentro de su vivienda, en el residencial Naples, San José.
El crimen lo ejecutaron al menos 2 personas que ingresaron al segundo piso de la casa y dispararon a quemarropa.
El abogado Federico Campos, representante legal de la familia en Costa Rica, señaló que los primeros indicios apuntan a que el crimen lo planificaron desde el Ejército de Nicaragua.
Campos trabaja junto a los juristas internacionales Almudena Bernabéu y Michael Reed Hurtado, quienes también forman parte del equipo legal.
“Todos los indicios y sospechas indican que la orden salió del gobierno de Nicaragua y específicamente desde el Ejército”, declaró Campos. No obstante, aclaró que por ahora se trata de hipótesis bajo investigación.
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Samcam sufría persecución militar
El director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Randall Zúñiga, confirmó que el caso avanza con rapidez, aunque evitó brindar detalles. Indicó que la sospecha de una conexión directa con el régimen sandinista no está descartada.
Samcam denunció públicamente, desde años atrás, que era objeto de persecución por parte de agentes vinculados a la inteligencia militar nicaragüense.
En entrevistas con medios internacionales, aseguró que desde la embajada de Nicaragua en San José operaba una célula de espionaje que vigilaba y hostigaba a exiliados opositores, bajo la cobertura diplomática.
En 2019, Samcam alertó a la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS) costarricense sobre la existencia de estas operaciones. La institución confirmó haber recibido la denuncia, pero alegó que no pudo actuar por falta de pruebas.
El caso se investiga bajo la hipótesis de crimen político y los investigadores trabajan en la identificación tanto de los autores materiales como de los responsables intelectuales del asesinato.