La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo está entre los gobiernos que acosan, amenazan, encarcelan e incluso matan a personas por sus creencias, según reveló este viernes el Departamento de Estado de Estados Unidos que los designó en una lista negra de países que violan la libertad religiosa.
“En todo el mundo, gobiernos y actores no estatales acosan, amenazan, encarcelan e incluso matan a personas por sus creencias. En algunos casos, sofocan la libertad de religión o de creencias de las personas para aprovechar las oportunidades con fines políticos. Estas acciones siembran división, socavan la seguridad económica y amenazan la estabilidad política y la paz. Estados Unidos no se quedará de brazos cruzados ante estos abusos”, dijo el Secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken en un comunicado.
La dictadura Ortega-Murillo ha desatado una feroz persecución contra la Iglesia Católica, ha encarcelado al obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez y a una docena de sacerdotes, además de seminaristas, diáconos y laicos. No se ha hecho pública ninguna acusación contra Álvarez, secuestrado por el régimen desde agosto pasado.
La dictadura nicargüense también ha asediado templos católicos y ha prohibido procesiones religiosas. El régimen de Managua también ha cerrado todos los medios de comunicación de la Iglesia Católica.
Otro obispo, Silvio Báez, se tuvo que exiliar tras recibir amenazas de muerte, al igual que una veintena de sacerdotes.
El Departamento de Estado incluyó en la lista negra, además de Nicaragua, a Birmania, la República Popular China, Cuba, Eritrea, Irán, Corea del norte, Pakistán, Rusia, Arabia Saudita, Tayikistán y Turkmenistán “como países de especial preocupación en virtud de la Ley de Libertad Religiosa Internacional de 1998. por haber cometido o tolerado violaciones especialmente graves de la libertad religiosa”.
Estados Unidos también incluye en una lista especial de vigilancia a Argelia, la República Centroafricana, las Comoras y Vietnam.
“Nuestro anuncio de estas designaciones está en consonancia con nuestros valores e intereses de proteger la seguridad nacional y promover los derechos humanos en todo el mundo. Los países que salvaguardan efectivamente este y otros derechos humanos son socios más pacíficos, estables, prósperos y más confiables de los Estados Unidos que aquellos que no lo hacen”, agregó Blinken.
El gobierno estadounidense continuará “monitoreando cuidadosamente el estado de la libertad de religión o creencia en todos los países del mundo y abogando por aquellos que enfrentan persecución religiosa o discriminación”, dice el comunicado.