Al gobierno estadounidense no le sorprendió el bloque del regulador de mercados de China sobre la venta propuesta de dos puertos en Panamá por parte de la empresa hongkonesa CK Hutchison a la firma estadounidense BlackRock.
“Estamos al tanto y, sin duda, no nos sorprende”, dijo la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, al reaccionar sobre la decisión de Pekín al respecto.
“Estamos al tanto de los comentarios de China. Tampoco nos sorprende que el Partido Comunista Chino esté molesto con esta adquisición, que reducirá su control sobre el área del Canal de Panamá”, dijo la portavoz del Departamento de Estado.
Bruce expresó su complacencia de “ver que inversionistas estadounidenses adquieran una participación mayoritaria en Panama Ports Company, propietaria y operadora de los puertos de Balboa y Cristóbal en ambos extremos del Canal de Panamá” y pidió remitirse a BlackRock y CK Hutchison para obtener más información sobre el acuerdo”.
Bruce subrayó que la administración estadounidense confía en que el gobierno de Panamá se asegure de que la transacción cumple con todas las leyes y regulaciones locales. Cabe recordar que Panamá mantiene una auditoría pendiente sobre las concesiones de CK Hutchison para operar dichos puertos, lo que podría influir en la decisión final sobre la venta.
La venta de los dos puertos estratégicos que opera CK Hutchison Holdings en el Canal de Panamá a un consorcio liderado por BlackRock quedó en suspenso luego de que el régimen chino intensificara su presión contra la operación, considerada por Pekín como una “traición” a los intereses nacionales.
La firma del acuerdo prevista para el 2 de abril ha sido cancelada. La decisión ocurre tras el anuncio de una investigación antimonopolio por parte de la Administración Estatal para la Regulación del Mercado de Hong Kong, lo que refleja la creciente furia de China ante el traspaso de activos estratégicos a una firma estadounidense.
La operación forma parte de un megapaquete de venta de 45 terminales portuarias en 23 países, valorado en $22,800 millones, de los cuales CK Hutchison obtendría $19,000 millones en efectivo.
La respuesta de China ha sido contundente: ha ordenado boicotear los acuerdos con el conglomerado del magnate hongkonés Li Ka-shing, incluyendo operaciones en sectores como telecomunicaciones, infraestructura y energía. Según Bloomberg, CK Hutchison ha sido informalmente incluido en una lista negra, lo que complica sus negocios con empresas estatales chinas y amenaza futuros proyectos globales.