La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo respondió con virulencia a una declaración del Departamento de Estado de Estados Unidos que exigía pruebas de vida del médico nicaragüense Yerri Estrada.
El joven estaba en desaparición fozada está desde agosto, y tras el reclamo, la dictadura lo exhibió ante medios oficialistas vestido con el uniforme azul de preso político, rapado y bajo vigilancia.
Condena en secreto y sin defensa
El régimen reveló que Estrada había sido acusado, condenado y encarcelado en secreto bajo cargos de “terrorismo”.
No se permitió su defensa legal ni se notificó a la familia. El hecho confirma las denuncias de desaparición forzada planteadas por la madre del médico, quien días atrás declaró que le “partía el alma” no saber si su hijo estaba vivo.
La Cancillería nicaragüense emitió una nota de protesta dirigida a la embajada estadounidense en Managua en la que calificó de “irrespetuosa y calumniosa” la comunicación del 10 de septiembre, donde la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental denunció la detención y desaparición de Estrada tras participar en actividades cívicas.
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Famila de crímenes de lesa humanidad
Organismos internacionales como la ONU, la OEA, la Unión Europea y Estados Unidos han documentado desde 2018 patrones sistemáticos de represión en Nicaragua: detenciones arbitrarias, juicios secretos, torturas, desapariciones forzadas y persecución contra opositores, periodistas y defensores de derechos humanos.
En marzo de 2023, un informe del Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua, designado por la ONU, concluyó que las violaciones cometidas por el régimen de la familia Ortega Murillo constituyen crímenes de lesa humanidad.
La OEA y la Unión Europea han respaldado esas conclusiones, y Washington ha impuesto sanciones a decenas de funcionarios vinculados a la represión.
Exhibición propagandística
La respuesta airada de la dictadura buscó contrarrestar el desafío de Washington, que había exigido pruebas de vida de Estrada.
En las fotografías divulgadas por la propaganda oficial se observa al médico con el uniforme penitenciario, supuestamente en una visita familiar, acompañado de alimentos y bajo vigilancia.
La oposición en el exilio denunció que la dictadura “exhibe a sus prisioneros como trofeos” para responder a la presión internacional, mientras mantiene un sistema de justicia que opera sin transparencia ni garantías.
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Escalada diplomática
El enfrentamiento con Estados Unidos se suma a una larga lista de tensiones entre Managua y la comunidad internacional.
El régimen mantiene cerradas decenas de organizaciones civiles y religiosas, ha expulsado a diplomáticos y confisca bienes privados, en lo que observadores califican como una política de control absoluto.
Para Washington, el caso de Estrada simboliza el clima de persecución política y la ausencia total de Estado de derecho en Nicaragua. Para la dictadura, en cambio, se trata de una muestra de fuerza frente a las críticas externas.