El gobierno de Nicaragua impuso una condena de 16 años de prisión a Nadezhda Obando Cerna, exasistente del magistrado Marvin Aguilar y sobrina de Lenín Cerna, antiguo jefe de la Dirección General de la Seguridad del Estado (DGSE). La medida fue confirmada este 2 de agosto por una fuente vinculada al medio 100% Noticias.
La exfuncionaria fue acusada del delito de traición a la patria. Su condena forma parte de una ofensiva interna del régimen contra antiguos operadores del Frente Sandinista, en particular el círculo cercano de Cerna, actualmente prófugo y bajo persecución por parte de las fuerzas policiales.
Hasta enero de 2025, Nadezhda Obando ocupaba un cargo relevante en el sistema judicial como asistente principal del magistrado Aguilar. Ese mismo mes fue destituida junto a otros funcionarios vinculados a Cerna, en lo que marcó el inicio de una purga estructural en el Poder Judicial.
Detenciones y desapariciones
Tras su detención, la familia de Obando no ha podido confirmar su paradero ni su estado de salud. El caso, considerado como desaparición forzada por organizaciones defensoras de derechos humanos, evidencia el patrón de represalias dentro de las instituciones del Estado.
En paralelo, la Policía Nacional intervino también a su hija, la jueza Nalia Obando Úbeda, dentro del Complejo Judicial de Managua. Nalia había sido sancionada en 2022 por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, señalada por facilitar procesos judiciales irregulares contra opositores.
El esposo de la jueza, Lener Steven Sandoval, quien trabajaba como asesor legal del magistrado Aguilar, también fue expulsado de su cargo este año. Su salida se dio sin explicación pública y refuerza la estrategia del régimen de eliminar a todos los cuadros asociados al exjefe de Seguridad del Estado.
Escalada represiva en el sistema judicial
Desde principios de 2025, el régimen ha intensificado una purga dentro del Poder Judicial. Varios funcionarios han sido destituidos, detenidos o forzados a exiliarse. Las acciones se concentran en aquellos que han tenido nexos políticos o familiares con figuras caídas en desgracia, como Lenín Cerna o Bayardo Arce.
Cerna, quien aún no ha sido capturado, fue uno de los principales operadores del aparato de inteligencia en los años 80. Su caída ha generado una cadena de represalias contra familiares, exempleados y figuras cercanas que alguna vez gozaron de influencia política.