Dictadura de Nicaragua confisca otro colegio católico tras expulsar a orden de monjas

Usurpan colegio religioso en el departamento de Rivsa tras expulsar a la orden de Hermanas Dominicas de la Anunciata

confiscan colegio católico

La dictadura de Nicaragua confiscó, una vez más. un colegio católico.

La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo consumó esta semana la confiscación del colegio católico Susana López Carazo, en Rivas, fundado en 1963 por las Hermanas Dominicas de la Anunciata.

El Ministerio de Educación (Mined) informó que el centro pasará a ser “público” a partir del año lectivo 2026, según medios locales y padres que asistieron a la reunión convocada por las autoridades.

El anuncio confirma la absorción estatal de una obra emblemática de la congregación, expulsada junto a decenas de órdenes religiosas, sacerdotes y organizaciones católicas en mayo de 2023, como parte de la ofensiva del régimen contra la Iglesia en Nicaragua.

Lea además: La dictadura de Nicaragua lidera represión religiosa en América Latina, denuncia informe de EE.UU.

Un robo más contra la Iglesia

En la reunión, funcionarios del Mined comunicaron que el colegio dejará de cobrar matrícula y mensualidades.

Aunque los medios oficialistas presentaron el cambio como un beneficio para las familias, muchos padres expresaron su inconformidad en redes sociales.

En Facebook y X denunciaron la pérdida de calidad educativa y el riesgo de que el centro se convierta en un espacio de proselitismo político.

Desde 2018, la dictadura de Nicaragua lleva a cabo una represión sistemática contra la Iglesia católica.

“Se lo robaron también”, “Hasta aquí llegó su calidad” y “Confiscado como en los años ochenta” fueron algunos de los comentarios de los internautas.

Otros asistentes indicaron que aseguraron que mantendrán a los docentes y el reglamento interno, aunque el control absoluto será asumido por el Estado.

El Colegio Susana López Carazo ya había sido intervenido por el Mined en junio de 2023, un mes después de la expulsión de las religiosas, a quienes además les confiscaron el asilo de ancianos.

Lea también: La dictadura de Nicaragua acumula 730 agresiones a mujeres periodistas, desde 2018

Imparable ola de abusos

Desde entonces, operaba aparentemente bajo una administración vinculada a la Diócesis de Granada, pese a la supervisión estatal.

La medida se suma a una serie de confiscaciones ejecutadas por el régimen Ortega-Murillo contra centros educativos, universidades, ONG y obras sociales vinculadas a congregaciones religiosas.

Entre ello, incluidas la cancelación de la Fundación López Carazo y la apropiación del Colegio San José de Jinotepe, rebautizado como “Bismarck Martínez”.

Con el traspaso forzoso, el colegio de Rivas pierde más de 60 años de trayectoria bajo la dirección de las Dominicas de la Anunciata, en un contexto de creciente hostilidad estatal hacia la Iglesia católica y sus instituciones en Nicaragua.

Exit mobile version