La dictadura de Nicaragua informó que no recibirá en su territorio al expresidente panameño Ricardo Martinelli hasta que se aclare la solicitud de captura internacional emitida por la jueza panameña Baloísa Marquínez a través de Interpol.
En un comunicado difundido por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Managua afirmó que “mientras no se aclare esta situación, no nos es posible recibir al expresidente Martinelli en Nicaragua”, en referencia a la orden de detención que fue hecha pública por las autoridades judiciales de Panamá.
Martinelli permanece refugiado en la sede diplomática de Nicaragua en Ciudad de Panamá desde el pasado 7 de febrero, cuando solicitó asilo tras conocerse una sentencia en su contra por el caso “New Business”, en el que fue condenado a 10 años y 8 meses de prisión por lavado de dinero.
Horas antes, la Policía Nacional de Panamá había señalado que la alerta de Interpol contra Martinelli está “en proceso” y que hasta el momento “no se mantiene una alerta que se haya confirmado”, en referencia al procedimiento que debe seguirse para que la notificación roja sea activada de forma efectiva.
Martinelli, quien gobernó Panamá entre 2009 y 2014, ha denunciado persecución política y ha intentado evadir su detención argumentando razones de salud. Sin embargo, las autoridades judiciales panameñas han sostenido que su condena responde a un proceso legal legítimo y que su captura es prioritaria.
La situación del expresidente ha generado un complejo escenario legal y diplomático que podría escalar, dependiendo de las decisiones que adopte la Interpol y la respuesta de Nicaragua ante una eventual solicitud formal de extradición.
El expresidente, un millonario empresario, ha estado “celebrando”, desde la embajada nicaragüense, su próxima salida y se refirió a la nación como un país de gente bella donde andará con libertad.