La congresista republicana por Florida, María Elvira Salazar, denunció que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua aplica “terrorismo de Estado” al utilizar la desaparición forzada como nueva táctica de represión política
“La brutalidad del régimen de Ortega no tiene límites. Después de encarcelar, matar y exiliar a cientos, ahora utiliza una táctica escalofriante: hacer desaparecer a los disidentes sin dejar rastro”, expresó Salazar en sus redes sociales al comentar la publicación de un reportaje de The New York Times que documenta el paradero desconocido de más de 30 opositores.
La legisladora advirtió que “esto es terrorismo de Estado” y pidió a la comunidad internacional “no mirar hacia otro lado”.
The New York Times publicó el domingo un artículo en el que expone que las autoridades nicaragüenses están deteniendo a ciudadanos sin orden judicial, sin presentarles ante tribunales y sin informar a sus familias sobre su paradero, en violación al derecho internacional.
The Ortega regime’s brutality has no limits. After jailing, killing, and exiling hundreds, it’s now making dissidents disappear. Families search prison to prison, and two have already been found dead.
This is state terror. The world must not look away. https://t.co/tczuuZjRaB
— María Elvira Salazar 🇺🇸 (@MaElviraSalazar) October 6, 2025
Desaparecidos por decenas
Las desapariciones han provocado un profundo temor en la sociedad nicaragüense, que recuerda los métodos represivos de las dictaduras militares del siglo pasado en América Latina.
Aunque la represión del régimen Ortega-Murillo se agudizó a partir de las protestas de 2018, las denuncias por desapariciones forzadas se han incrementado en los últimos dos años.
Organismos internacionales de derechos humanos y líderes políticos en Estados Unidos han pedido sanciones más severas contra los funcionarios nicaragüenses responsables de las detenciones arbitrarias, ejecuciones extrajudiciales y desapariciones.
Decenas de personas, entre periodistas, católicos, empresarios, líderes políticos e indígenas, se encuentran desaparecidos desde hace más de dos años.