Cinco años de exilio: Monseñor Báez sigue resonando en Nicaragua

Crítico con la dictadura, el arzobispo auxiliar de Managua fue el primero de muchos religiosos que abandonó su país ante las amenazas de la dictadura.

Han pasado 5 años desde que el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, fue forzado a salir de Nicaragua. 

Fue el primero, de una larga lista de miembros de la iglesia católica que han sido perseguidos por la dictadura Ortega- Murillo. 

Se estima que entre febrero de 2023 y enero de 2024 los dictadores Ortega-Murillo han desterrado a 34 sacerdotes, 2 de ellos obispos.

Aún en el exilio, en 2024 fue confirmado como obispo auxiliar de Managua por el Papa Francisco. Monseñor Báez desafió con valentía al régimen de Daniel Ortega en Nicaragua y sigue siendo inspiración para muchos en el país centroamericano.



El religioso se convirtió en una voz incómoda para el gobierno de Ortega al alzar su voz en defensa de los derechos humanos y denunciar las injusticias apegado a los principios del evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia.

Su estilo directo y claro, su proximidad con la gente común y su valentía para enfrentar al poder político lo convirtieron en un símbolo de resistencia y esperanza para muchos nicaragüenses.

Durante su forzado exilio, el obispo confesó que su partida no fue por elección propia, sino por obediencia a la Iglesia. Sin embargo, dejó claro que su corazón estaba dividido entre su deber religioso y el amor por su tierra natal.

El religioso denunció públicamente las amenazas recibidas por parte del régimen orteguista, incluso alertando sobre posibles intentos de hacerle daño.

Sus denuncias continúan resonando a nivel internacional, recordando el coraje de aquel que desafió al poder con la fuerza de su fe y la convicción en la justicia.

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