La candidata presidencial de Libertad y Refundación (LIBRE), Rixi Moncada, volvió a dejar clara su orientación al destacar que los hondureños deben asumir con dignidad el papel de ser los únicos jueces del funcionamiento de sus instituciones, rechazando cualquier injerencia externa, particularmente de los Estados Unidos.
“La soberanía popular no la representa la embajada americana. Yo creo que debemos tener algún nivel de dignidad. Quienes debemos estar satisfechos o no con el trabajo que hacen nuestras instituciones, en primer lugar, somos los hondureños, con dignidad y con decoro”, afirmó Moncada.
El mensaje de la aspirante oficialista se alinea con la narrativa promovida por el partido LIBRE, fundado por el expresidente Manuel Zelaya y actual fuerza en el gobierno, que ha adoptado una visión crítica de las relaciones con Washington y una defensa insistente de la autodeterminación nacional.
#OnceNoticias🟡 | Rixi Moncada: “El que hizo fraude está condenado en Estados Unidos”.
EN DIRECTO📡🔴|: https://t.co/8RfMAfnTed pic.twitter.com/7O6ANSsHFf
— Canal 11 (@canal11hn) June 20, 2025
Crítica al rol diplomático de EEUU y la UE
Aunque reconoció que la embajada de los Estados Unidos y otros actores como la Unión Europea mantienen relaciones diplomáticas con Honduras, Moncada insistió en que debe existir un respeto recíproco, rechazando implícitamente la presión internacional sobre procesos internos, especialmente en el contexto electoral.
“Piense usted que yo vaya al centro de Washington y diga: ‘Ay, aquí estoy opinando que estoy a favor y bien satisfecha con las instituciones del presidente Trump’. Eso no me corresponde. Yo creo que hay que tener niveles de respeto”, ironizó la candidata, subrayando su postura frente a lo que considera comentarios indebidos de actores externos.
También hizo alusión al llamado frecuente de la comunidad internacional en favor de comicios limpios y auditables:
“La embajada americana más la comunidad europea están pidiendo elecciones transparentes. Siempre han pedido elecciones transparentes, pero una cosa es lo que se pide y otra cosa es lo que ocurre”, puntualizó, dejando entrever que los intereses foráneos no siempre se alinean con la realidad nacional.
Una apuesta por la autodeterminación
Las declaraciones de Rixi Moncada se producen en un momento de creciente tensión política en Honduras, donde el proceso electoral comienza a tomar forma en medio de cuestionamientos sobre la independencia del Consejo Nacional Electoral (CNE) y señalamientos cruzados entre partidos.
Con este mensaje, la candidata no solo apela a su base tradicional de votantes, sino que también busca consolidar su figura como una defensora del modelo de soberanía nacional, al estilo de otras liderazgos regionales de izquierda latinoamericana que históricamente han cuestionado la influencia de Washington en los asuntos internos de sus países.
De cara a las elecciones generales de noviembre, Moncada parece apostarle a una narrativa de ruptura con las élites tradicionales y de reivindicación de una Honduras que, según sus palabras, debe “creer en sus propias instituciones” y en la voluntad del pueblo como eje rector del sistema democrático. Una línea de discurso que, si bien polariza, también conecta con una parte del electorado cansado de tutelajes y presiones externas.