El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, se pronunció tras un altercado ocurrido en el Congreso de la República, donde el diputado Luis Aguirre, jefe del bloque CABAL, protagonizó un momento de tensión al lanzar una llanta de vehículo sobre la mesa durante una citación con el ministro de Comunicaciones, Miguel Ángel Díaz Bobadilla.
El acto, que Aguirre justificó como una forma de denunciar el estado de las carreteras del país, fue calificado por el mandatario como “vergonzoso e inaceptable”.
Arévalo no dudó en condenar la acción y salió en defensa del ministro Díaz, a quien considera víctima de una agresión directa.
“Nadie tiene porqué aguantar las inaceptables faltas de respeto, disfrazadas de fiscalización”, expresó Arévalo. “El abuso y violencia es evidente, y no lo toleraremos.”
¿Sabes quién es el diputado que lanzó una llanta 🛞 hoy en una citación al ministro del @CIV_Guatemala? 🔍 Es el jefe de la bancada Cabal, Luis Aguirre.
Recordamos el perfil de @ElBencho_gt en el que contamos sobre el diputado de Jutiapa, empresario, con amistades llamativas:… pic.twitter.com/uvi2PUebRL
— eP investiga (@eP_investiga) July 23, 2025
En su declaración en redes sociales, el presidente anunció que ha instruido a todos los funcionarios del Ejecutivo a retirarse inmediatamente de cualquier citación en la que se vean agredidos o irrespetados por los legisladores.
“Los funcionarios merecen respeto. Guatemala no es un circo”, sentenció el mandatario.
El incidente reaviva el debate sobre los límites entre la fiscalización parlamentaria y el respeto institucional, y marca un nuevo capítulo en la relación, ya tensa, entre el Ejecutivo y ciertos sectores del Congreso. Mientras tanto, el Congreso no ha emitido una postura oficial sobre lo sucedido ni sobre la posibilidad de sanciones contra el diputado Aguirre.
En redes sociales, las reacciones no se hicieron esperar. Algunos ciudadanos aplaudieron el gesto de Aguirre como un acto simbólico de protesta, mientras que otros lo consideraron un espectáculo innecesario que solo degrada el nivel del debate político en el país.
El futuro de las citaciones en el Congreso podría cambiar tras este episodio, en el que la línea entre la crítica legítima y la confrontación agresiva parece haberse cruzado.