Diputado le lanza una llanta a ministro en el Congreso,
Arévalo condena agresión


El presidente reaccionó con luego de que el diputado Luis Aguirre lanzara una llanta al ministro Miguel Díaz Bobadilla durante una citación. Arévalo advirtió que “Guatemala no es un circo”

El diputado Luis Aguirre, del partido Cabal, lanza una llanta al ministro de Comunicaciones Luis Díaz, durante una citación en el Congreso.

El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, se pronunció tras un altercado ocurrido en el Congreso de la República, donde el diputado Luis Aguirre, jefe del bloque CABAL, protagonizó un momento de tensión al lanzar una llanta de vehículo sobre la mesa durante una citación con el ministro de Comunicaciones, Miguel Ángel Díaz Bobadilla.

El acto, que Aguirre justificó como una forma de denunciar el estado de las carreteras del país, fue calificado por el mandatario como “vergonzoso e inaceptable”.

Arévalo no dudó en condenar la acción y salió en defensa del ministro Díaz, a quien considera víctima de una agresión directa.

“Nadie tiene porqué aguantar las inaceptables faltas de respeto, disfrazadas de fiscalización”, expresó Arévalo. “El abuso y violencia es evidente, y no lo toleraremos.”

En su declaración en redes sociales, el presidente anunció que ha instruido a todos los funcionarios del Ejecutivo a retirarse inmediatamente de cualquier citación en la que se vean agredidos o irrespetados por los legisladores.

“Los funcionarios merecen respeto. Guatemala no es un circo”, sentenció el mandatario.

El incidente reaviva el debate sobre los límites entre la fiscalización parlamentaria y el respeto institucional, y marca un nuevo capítulo en la relación, ya tensa, entre el Ejecutivo y ciertos sectores del Congreso. Mientras tanto, el Congreso no ha emitido una postura oficial sobre lo sucedido ni sobre la posibilidad de sanciones contra el diputado Aguirre.

En redes sociales, las reacciones no se hicieron esperar. Algunos ciudadanos aplaudieron el gesto de Aguirre como un acto simbólico de protesta, mientras que otros lo consideraron un espectáculo innecesario que solo degrada el nivel del debate político en el país.

El futuro de las citaciones en el Congreso podría cambiar tras este episodio, en el que la línea entre la crítica legítima y la confrontación agresiva parece haberse cruzado.

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