Un abogado de origen salvadoreño está entre los diez estadounidenses liberados el miércoles en Venezuela tras un intercambio de prisioneros anunciados por la Casa Blanca y que implicó a Alex Saab, un testaferro del gobernante venezolano, Nicolás Maduro.
Se trata de Eyvin Hernández, un defensor público del condado de Los Ángeles, nacido en El Salvador en 1978 y quien había estado encarcelado en Venezuela desde marzo de 2022.
“Estas personas han perdido demasiado tiempo precioso con sus seres queridos y sus familias han sufrido cada día en su ausencia”, dijo Biden en un comunicado. “Estoy agradecido de que su terrible experiencia finalmente haya terminado y de que estas familias se recuperen una vez más”.
El abogado de 44 años, fue acusado de ser un espía estadounidense después de negarse a pagar un soborno de 100 dólares a una pandilla, dijo su familia.
La historia comenzó cuando Hernández, estaba de vacaciones en Colombia y junto a un amigo viajó a la frontera entre Colombia y Venezuela para resolver un problema de pasaporte relacionado con la estadía de su amigo en Venezuela. En la frontera, Hernández y su amigo fueron interceptados por lo que ha sido descrito en varios informes como un grupo paramilitar, una pandilla o fuerzas oficiales venezolanas. Hernández y su amigo finalmente fueron entregados a las fuerzas de seguridad venezolanas y encarcelados en una prisión de máxima seguridad en Caracas.
El abogado de origen salvadoreño fue acusado de espionaje, asociación delictuosa y conspiración, que en Venezuela se castigan con hasta 16 años de cárcel.
Agradecidos
Durante meses, la familia de Hernández le rogó a la administración Biden que negociara su liberación.
“Estoy increíblemente agradecido a mi familia, a mis amigos y al presidente Biden por llevarme a casa, por llevarnos a todos a casa”, dijo Hernández. “Honestamente, todo lo que piensas en la cárcel es en cómo no apreciaste ser libre. No hay forma de entender lo que es ser encarcelado injustamente y no tener ninguna salida”.
Tras la noticia de su libertad, su familia emitió una declaración que decía en parte:
“Durante más de 21 meses, ha sufrido condiciones y abusos horribles. Esta mañana nos notificaron que Eyvin iba de camino a casa. Fue literalmente un regalo de Navidad temprano para nuestra familia. Nuestra primera prioridad es asegurarnos de que reciba el apoyo médico que necesita para que pueda recuperarse de su tiempo en cautiverio. Hablará de su experiencia cuando esté listo. Por ahora, queremos agradecer a todos los que ayudaron a obtener la liberación de Eyvin”.
El graduado de la Facultad de Derecho de la UCLA nació en El Salvador en 1978. Llegó a los Estados Unidos cuando era un niño pequeño con su familia mientras huía de la Guerra Civil salvadoreña y creció en el área de Los Ángeles.
Hernández recibió su licenciatura y su título de derecho de la UCLA antes de unirse a a la Oficina del Defensor Público del Condado de Los Ángeles en 2006.
El salvadoreño es un bailarín de salsa de forma competitiva, un vegetariano que se preocupa profundamente por los derechos y el bienestar de los animales. Es un ávido fanático de los deportes universitarios y profesionales.