El gobierno de Ruanda informó que siete migrantes arribaron al país desde Estados Unidos como parte del convenio suscrito con Washington, que contempla la recepción de hasta 250 personas deportadas desde territorio estadounidense.
Según Yolande Makolo, portavoz oficial del gobierno de Ruanda, tres de los migrantes expresaron su deseo de retornar a sus países de origen, mientras que cuatro decidieron permanecer en el país con planes de integrarse a la sociedad local.
Ruanda es uno de los cuatro países africanos que han alcanzado acuerdos de deportación con Estados Unidos. Junto con este país también figuran Uganda, Eswatini y Sudán del Sur.

Estas naciones se han convertido en destinos de migrantes que, tras enfrentar procesos de deportación en Estados Unidos, no siempre regresan a sus países de origen, sino que son enviados a terceros Estados.
Aseguran que brinda condiciones óptimas
El gobierno ruandés aseguró que las personas recibidas cuentan con alojamiento temporal gestionado por una organización internacional, además de acceso a salud y vistas de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
A los que obtengan autorización para establecerse se les ofrecerá capacitación laboral y programas de integración social.

Sin embargo, organismos de derechos humanos advierten que esta práctica podría violar el derecho internacional, especialmente si los deportados corren riesgo de sufrir abusos, tortura o persecución en los países donde son enviados.
Estados Unidos ha sido criticado por impulsar acuerdos de este tipo desde la administración de Donald Trump, que buscó acuerdos secretos con terceros países para reducir la presencia de migrantes en su territorio.
Las deportaciones de Estados Unidos
Los traslados no se limitan a Ruanda. En julio pasado, Estados Unidos deportó a ocho hombres de Sudán del Sur, pese a que algunos provenían de países tan lejanos como Cuba, Laos y Vietnam.
En Eswatini, por su parte, al menos cinco migrantes enviados desde Estados Unidos permanecen en confinamiento solitario en prisión tras su llegada. Uganda también ha aceptado recibir deportados, con la condición de que no sean menores de edad ni tengan antecedentes criminales.

Ruanda, con una población cercana a los 13 millones de habitantes, ha destacado en África por su infraestructura moderna y por mantener una relativa estabilidad en comparación con la región.
Mientras tanto, organizaciones internacionales recuerdan que el gobierno del presidente Paul Kagame ha sido señalado por represión política y violaciones a la libertad de prensa, lo que genera dudas sobre las garantías que podrán tener los migrantes enviados allí.