Estados Unidos ha instalado en Taiwán varias unidades de fuerzas especiales -conocidos como “Boinas verdes”- de forma permanente para llevar a cabo misiones de entrenamiento continuo en el país, según el medio taiwanés United News Network.
Los asesores militares estadounidenses han comenzado a estar permanentemente estacionados en bases anfibias del Ejército en Kinmen y Penghu y están llevando a cabo sesiones periódicas de entrenamiento con varias unidades de las fuerzas especiales taiwanesas, dice el reporte.
Los militares norteamericanos se han establecido tras la implementación de la Ley de Autorización de Defensa Nacional de los Estados Unidos.
Desde el año pasado, las fuerzas especiales de EE.UU. han estado ayudando a las fuerzas especiales de Taiwán a aprender a operar el Black Hornet Nano, un micro vehículo aéreo no tripulado (UAV) militar, y ayudando en el desarrollo de directrices y materiales de instrucción. El Comando de Aviación y Fuerzas Especiales ha presentado una propuesta para explorar la adquisición de esta arma en los EE.UU. a través de los canales de venta de armas.
Según el periódico, todo el personal de operaciones especiales de EE.UU. en Taiwán está bajo la guía, el apoyo y el control del Enlace de las Fuerzas de Operaciones Especiales (SOFLE) del ejército de los Estados Unidos en Taoyuan, y gestiona equipos de alto valor o materiales de capacitación almacenados temporalmente en Taiwán.
Su Tzu-yun, director de la División de Estrategia y Recursos de Defensa del Instituto de Defensa Nacional e Investigación de Seguridad, fue citado por la cadena taiwanesa TVBS diciendo: “Las Boinas Verdes son un tipo de fuerzas especiales defensivas, empleadas para contrarrestar la infiltración enemiga, especialmente cuando se integran con los batallones de reconocimiento anfibio de Taiwán. Incluyen la 1a Compañía de Reconocimiento en Kinmen, la 2a Compañía de Reconocimiento en Matsu y la 3a Compañía de Reconocimiento en Penghu, así como en la desembocadura del río Tamsui”.
En una entrevista con CNN en 2021, la presidenta Tsai Ing-wen se convirtió en la primera presidenta taiwanés en 40 años en reconocer que hay tropas estadounidenses desplegadas en el país.