El ministro de Asuntos Exteriores de Taiwán, Lin Chia-lung, encabeza esta semana una visita oficial a Texas (Estados Unidos) con el objetivo de fortalecer la cooperación económica y comercial bilateral, así como de impulsar una mayor integración de las empresas taiwanesas en el ecosistema tecnológico estadounidense.
La delegación, que partió el martes, está compuesta por representantes de asociaciones clave como la Asociación de Fabricantes Eléctricos y Electrónicos de Taiwán, la Alianza para la Innovación en Aplicaciones de Inteligencia Artificial y la Asociación de Cooperación Económica Internacional China, informó el Ministerio de Asuntos Exteriores (MOFA) en un comunicado.
Durante su estadía, Lin participará en el Foro de Innovación en Inteligencia Artificial Taiwán-Texas, programado para el viernes 9 de mayo, donde ofrecerá un discurso sobre las oportunidades de colaboración en tecnologías emergentes. El evento busca fomentar vínculos más estrechos entre las industrias de ambos lados, particularmente en el ámbito de la inteligencia artificial.
Según la Cancillería, esta visita forma parte de un «nuevo modelo de cooperación bilateral» que tiene como objetivo facilitar la entrada de empresas taiwanesas al mercado estadounidense, aprovechando recursos locales como tecnología, talento y capital. A su vez, se aspira a incentivar la inversión estadounidense en Taiwán para potenciar la innovación industrial en la isla.
Desde la asunción del presidente William Lai Ching-te , en mayo de 2024, seis gobernadores estadounidenses —incluido el de Texas, Greg Abbott— han viajado a Taiwán, en una muestra del creciente respaldo de los estados norteamericanos a los lazos bilaterales con Taipéi.
El viaje de Lin se produce en un contexto de renovado impulso en las relaciones entre ambas partes. La semana pasada, Taiwán y Estados Unidos concluyeron una primera ronda de negociaciones sobre aranceles recíprocos, en un ambiente calificado como “franco” y “cordial” por el Ejecutivo taiwanés. Taipéi ha propuesto avanzar hacia una política de “arancel cero” para equilibrar su balanza comercial con Washington.
Además, la visita coincide con la reciente aprobación por parte de la Cámara de Representantes de EE. UU. de dos proyectos de ley pro-Taiwán. Uno de ellos, el Taiwan Assurance Implementation Act, insta al Departamento de Estado a revisar las restricciones autoimpuestas en las relaciones con la isla. El otro, el Taiwan International Solidarity Act, aclara que la Resolución 2758 de la Asamblea General de la ONU no se refiere a Taiwán.
No obstante, este acercamiento con Washington podría generar nuevas tensiones con Pekín, que considera a Taiwán una provincia rebelde y se opone firmemente a cualquier contacto entre funcionarios taiwaneses y gobiernos extranjeros.