El Parlamento de Israel recibió esta semana crudos testimonios sobre el sufrimiento de decenas de niños israelíes rescatados de la secta extremista Lev Tahor, que operaba en Guatemala desde hace años.
Durante una audiencia del comité especial del Knéset, varios familiares y representantes legales revelaron que los menores enfrentaban condiciones inhumanas dentro de la comunidad, incluyendo abusos sexuales, inanición y matrimonios forzados desde los 12 años.
Una de las declaraciones más impactantes fue la de Esther, abuela de una menor rescatada. “La niña dijo de su hermana: ‘Pronto cumplirá 12 años, así que se convertirá en novia’. ¡Es impensable!”, relató ante los legisladores.
Las denuncias describen un régimen de aislamiento extremo, castigos físicos y privación de alimentos, mientras las autoridades israelíes intentan agilizar los esfuerzos diplomáticos y judiciales para repatriar a los menores.
Orit Cohen Amir, representante de las familias, criticó el lento accionar estatal: “Durante 15 años nos han dicho que es complicado, que es confidencial. Ni un solo niño ha regresado por las acciones de quienes están aquí presentes”.
Por su parte, la Oficina del Primer Ministro israelí afirmó que los procesos se han acelerado en la última semana.“Estamos manteniendo conversaciones periódicas sobre el estado del caso entre todos los ministerios gubernamentales pertinentes”, afirmó la Dra. Tamar Rozmarin Ze’ev.
El diputado Gilad Kariv, presidente del Comité, subrayó que aunque hay esfuerzos visibles, “aún existen lagunas”. Exigió que se aceleren los trámites burocráticos para proteger la vida de las niñas.
El Knéset aprobó una asignación de 1.5 millones de NIS para apoyar a las familias en las labores de rescate, en coordinación con la Oficina del Primer Ministro y la Agencia Judía.
En paralelo, el Ministerio de Relaciones Exteriores anunció el refuerzo del personal en la embajada de Israel en Guatemala y trabaja con otras naciones para facilitar las repatriaciones.
Israel anunció en marzo que ha incrementado su presión diplomática sobre Guatemala con el objetivo de repatriar a mujeres y niños israelíes rescatados de la secta ultraortodoxa extremista Lev Tahor, que operaba en territorio guatemalteco, según lo confirmó la comisión parlamentaria de Inmigración y Absorción del Knéset (parlamento de Israel).
Fiscalía guatemalteca ha denunciado abusos
El Ministerio Público guatemalteco confirmó en enero pasado la existencia de abusos sistemáticos dentro de Lev Tahor, incluyendo golpizas con cinturones, ganchos calientes y cables eléctricos, así como agresiones sexuales, según reveló un fiscal durante una audiencia judicial.
“El castigo físico formaba parte de las ‘obligaciones’ para permanecer en la secta”, explicó el fiscal. Además, se denunció el uso de documentos falsificados para trasladar a miembros entre países y mantenerlos aislados.
Yoel Alter, cabecilla del grupo y requerido en extradición por México por trata de personas, fue detenido y permanece en el penal de Mariscal Zavala. Su próxima audiencia fue programada para el 13 de febrero.
El 20 de diciembre, autoridades allanaron un complejo de Lev Tahor en Guatemala y rescataron a 160 menores.Sin embargo, los enfrentamientos con adultos de la comunidad obligaron a trasladar a las víctimas a refugios más seguros.
La secta Lev Tahor ha sido objeto de múltiples investigaciones por abuso infantil, matrimonios forzados y trata de personas. Autoridades de varios países continúan coordinando esfuerzos para evitar que más menores sean víctimas de esta red.