Los 7 países que conforman Centroamérica —Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá— se encuentran entre los miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que aprobaron un acuerdo histórico destinado a prevenir, preparar y responder de forma coordinada ante futuras pandemias.
El pacto, resultado de más de 3 años de intensas negociaciones, surge como una respuesta directa a las deficiencias evidenciadas durante la pandemia del covid-19, que provocó millones de muertes y una crisis económica mundial sin precedentes. Entre los principales problemas que se vivieron en aquel momento estuvieron la falta de cooperación internacional, el acaparamiento de insumos médicos esenciales y la desigualdad en el acceso a vacunas y tratamientos.
Uno de los puntos más debatidos durante las negociaciones fue la transferencia de tecnología sanitaria, especialmente hacia países en desarrollo. Durante la emergencia por el coronavirus, muchas naciones de bajos ingresos, incluidos varios de Centroamérica, enfrentaron serias dificultades para acceder a pruebas diagnósticas y vacunas, mientras los países más ricos acumulaban gran parte del suministro global.
Finalmente, se logró un consenso sobre este tema clave, acordando que la transferencia tecnológica se realice de mutuo acuerdo, dejando de lado la imposición obligatoria que algunos países con fuerte industria farmacéutica rechazaban.
The consensus on the #PandemicAccord draft not only puts a generational agreement into place to make the world safer, but also demonstrates that multilateralism is alive and well.
The next stop, #WHA78: https://t.co/mca7taA3wu pic.twitter.com/1oXCddERuj
— Tedros Adhanom Ghebreyesus (@DrTedros) April 16, 2025
Otro de los pilares del acuerdo es la creación de un “sistema de acceso y participación en los beneficios de los patógenos”, que permitirá compartir datos genómicos de forma rápida y segura. Esto facilitará el desarrollo acelerado de tratamientos, vacunas y equipos médicos ante la aparición de nuevas amenazas sanitarias.
Además, el texto contempla el establecimiento de una red global de suministro y logística médica, con el fin de evitar los cuellos de botella que dificultaron el acceso a productos sanitarios durante la crisis del covid-19.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, celebró el avance alcanzado: “Esta noche marca una etapa importante en nuestro viaje juntos hacia un mundo más seguro. Las naciones del mundo han hecho historia”. La versión final del acuerdo será sometida a votación en la próxima Asamblea Mundial de la Salud, en mayo.
El proceso de negociación cobró aún más relevancia en los últimos meses debido al resurgimiento de amenazas como la gripe aviar, el sarampión y el ébola, además de la fragilidad del sistema de salud global, agravado por recortes a la ayuda humanitaria internacional.
Con su participación activa en la OMS, Centroamérica reafirma su compromiso con la salud global y se posiciona como una región clave en los esfuerzos por evitar que se repitan los errores del pasado frente a futuras crisis sanitarias.