Una investigación del balance comercial entre China y Costa Rica, luego de 12 años de la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio (TLC), arrojó que a diferencia de los cálculos iniciales, el acuerdo ha beneficiado más a Pekín que a San José y que lejos de reducir la dependencia comercial con Estados Unidos, esta ha ampliado su incidencia en el país centroamericano.
La investigación titulada “El TLC de Costa Rica con China: 12 años de expectativas frustradas,” escrita por la investigadora Sascha Hannig Núñez y publicada recientemente, arroja luz sobre los resultados decepcionantes del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Costa Rica y China.
Desde su entrada en vigor en 2011, el acuerdo no ha cumplido con las expectativas iniciales de las autoridades costarricenses, y Pekín ha sido el principal beneficiario de esta relación comercial bilateral, resume el documento.
En noviembre pasado, el ministro costarricense de Comercio Exterior, Manuel Tovar, había admitido que el intercambio comercial de Costa Rica con la República Popular China y la atracción de inversión extranjera directa desde el país asiático hacia Costa Rica es escasa a 17 años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países.
Un acuerdo comercial con resultados adversos
Hannig Núñez explica que, desde su implementación, el TLC no ha logrado los objetivos propuestos, que incluían consolidar la nueva relación diplomática entre Costa Rica y China, aumentar significativamente las exportaciones costarricenses al mercado chino, y mejorar la posición internacional del país centroamericano.
La autora destaca que “las exportaciones a China, sin duda la principal motivación para establecer el TLC, no solo no alcanzan el volumen de 2007, sino que 12 años después han caído un 45%”.
Costa Rica rompió relaciones con Taiwán en 2007 entre otras razones porque alegaba que el mercado chino se abriría a las exportaciones costarricenses. Resultó otro cuento chino.
A diferencia de países como Chile, donde China se convirtió en el principal destino de exportación, el impacto del TLC en Costa Rica ha sido limitado y no ha llevado a una diversificación significativa de la canasta exportadora.
El estudio de Hannig Núñez resalta que el TLC ha resultado en una balanza comercial desfavorable para Costa Rica hasta por asuntos de competencia entre ambos países.
Mientras que las exportaciones ticas hacia China han sido relativamente modestas, centradas en productos como aparatos médicos, carne de vacuno, jugos de frutas y piña deshidratada, las importaciones desde China han crecido de manera exponencial, abarcando una amplia gama de productos, desde artículos de telecomunicaciones hasta vehículos y calzado.
Esta dinámica ha incrementado el déficit comercial de Costa Rica con China, una situación que la investigadora considera “más preocupante para San José que el existente con Estados Unidos”.
Además, el informe señala que la inversión extranjera directa (IED) de China en Costa Rica ha sido insignificante en comparación con otros países.
Según Hannig Núñez, “China, por su parte, invirtió 1,7 millones de dólares de promedio desde 2007 y la cifra no ha superado los 10 millones desde entonces.”
En 2022, la inversión china representó solo el 0,05% del total de la IED en Costa Rica, lo que contrasta fuertemente con la inversión estadounidense, que constituyó más del 78% del total, destaca el informe.
Reflexiones y consecuencias para Costa Rica
El análisis concluye que, a pesar de las esperanzas puestas en el TLC para fortalecer la economía costarricense, “romper relaciones diplomáticas con Taiwán no ha servido para mejorar de forma significativa la situación económica de Costa Rica ni la de sus ciudadanos.”
El estudio sugiere que la estrategia inicial de alinear los intereses económicos con Pekín no ha proporcionado los beneficios esperados, dejando a Costa Rica con un déficit comercial creciente y una relación comercial que favorece desproporcionadamente a China.
En un contexto global donde la rivalidad entre Occidente y China se intensifica, la decisión de Costa Rica de cambiar su alineación diplomática en 2007 queda ahora en entredicho.
Hannig Núñez sostiene que muchos países están reconsiderando sus relaciones con China en áreas estratégicas, mientras que Taiwán ha mejorado su imagen internacional como una referencia democrática.
Pese al distanciamiento con la isla, Costa Rica, por su parte, sigue explorando nuevas formas de fortalecer sus relaciones económicas, incluso con Taiwán, con quien acordó la excepción de visado para viajeros en ambas fronteras en 2023.
En última instancia, el estudio de Hannig Núñez ofrece una crítica profunda a las decisiones políticas y económicas de Costa Rica, subrayando “la necesidad de reevaluar su estrategia comercial para garantizar un crecimiento económico más equilibrado y sostenible en el futuro”.
El informe sobre la relación comercial entre China y Costa Rica destaca los siguientes aspectos:
- Desigualdad en la relación comercial: El Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado entre China y Costa Rica en 2010, que entró en vigor en 2011, no ha cumplido con las expectativas de San José. A pesar del incremento en las exportaciones a China, estas no han sido significativas en comparación con las importaciones provenientes del gigante asiático. Esto ha llevado a un déficit comercial creciente para Costa Rica, lo que genera preocupaciones tanto económicas como políticas.
- Falta de diversificación en las exportaciones: Las exportaciones costarricenses a China se han centrado principalmente en productos como aparatos médicos, carne de bovino y jugos de frutas. Sin embargo, el volumen de estas exportaciones no ha sido suficiente para compensar el flujo de importaciones de productos chinos, lo que refleja una falta de diversificación en la oferta exportadora de Costa Rica.
- Competencia económica directa: Las economías de Costa Rica y China se encuentran en competencia directa en varios sectores. Por ejemplo, ambos países exportan productos electrónicos y médicos, lo que complica aún más la balanza comercial y no permite un crecimiento sustancial de las exportaciones costarricenses hacia China.
- Déficit comercial creciente: Desde la entrada en vigor del TLC, el déficit comercial de Costa Rica con China ha aumentado significativamente. En 2022, las importaciones de productos chinos superaron los 3.185 millones de dólares, mientras que las exportaciones costarricenses a China fueron de solo 457 millones de dólares, marcando un déficit de 2.835 millones de dólares.
- Inversión extranjera directa limitada: A pesar de las expectativas, la inversión extranjera directa (IED) de China en Costa Rica ha sido mínima. Desde 2007, la inversión promedio anual de China en Costa Rica ha sido inferior a 10 millones de dólares, una cifra muy baja en comparación con otros países, como Estados Unidos, que invierte más de 1.300 millones de dólares anualmente en promedio.
- Política comercial incierta: La falta de una estrategia clara por parte de Costa Rica para promover sus exportaciones hacia China y atraer más inversión extranjera directa ha limitado los beneficios del TLC. Esto refleja la necesidad de revisar y posiblemente renegociar los términos del tratado para equilibrar mejor la relación comercial entre ambos países.