El café guatemalteco y el cacao beliceño fueron los protagonistas del Pabellón Centroamericano durante la feria “Alimentos y Bebidas Taiwán”, que abrió sus puertas el viernes en Taipéi. El espacio fue coordinado por la Oficina Comercial para Centroamérica (CATO) en conjunto con las embajadas de ambos países en el país asiático.
El pabellón se ubicó dentro del Salón Internacional del Café y fue inaugurado por el viceministro de Relaciones Exteriores de Taiwán, Chen Ming-chi; la embajadora de Belice, Katherine Vanessa Meighan; y el embajador de Guatemala, Luis Raúl Estévez López. El diseño del stand giró en torno al café y al cacao, en reconocimiento al valor cultural y económico que ambos productos tienen en sus respectivos países.
Chen subrayó el creciente interés del mercado taiwanés por los productos agrícolas centroamericanos y resaltó la participación de 14 exportadores guatemaltecos en esta edición. Las empresas guatemaltecas representan ocho regiones cafetaleras y llegaron bajo el liderazgo de Andrés Destarac, presidente de la Asociación Nacional del Café de Guatemala (Anacafé).
“Taiwán ha demostrado una apertura constante hacia nuestro grano, lo que nos motiva a considerar este mercado como destino estratégico en nuestras giras promocionales”, declaró Destarac a medios locales.
Añadió que las exportaciones de café guatemalteco hacia la isla han mantenido un crecimiento sostenido en los últimos años.
Por su parte, la directora de CATO, Violeta Hsu, explicó que Guatemala aportó el 10 % del total de importaciones de café en grano que hizo Taiwán durante 2024, lo que la posiciona como la cuarta fuente de abastecimiento más importante para los consumidores taiwaneses.
El cacao de Belice también captó la atención de los asistentes a la feria, gracias a su reconocimiento internacional por su alta calidad. Marcas taiwanesas como Suntown y Wei Chuan Foods Corp. presentaron productos derivados del cacao, como bebidas y chocolates artesanales, reforzando el atractivo comercial de este rubro.
Además del cacao, Belice promovió sus rones artesanales como parte de su identidad cultural y gastronómica. En un gesto simbólico de integración, los embajadores y el viceministro taiwanés elaboraron juntos una bebida especial, utilizando ingredientes representativos de Guatemala y Belice, la cual fue perfeccionada por un reconocido coctelero taiwanés.