Panamá es el tercer país más burocrático para abrir empresas en América Latina

El Índice de Burocracia 2025 de la Universidad de Florida revela que abrir una empresa en Panamá exige más de 3,300 horas de trámites.

Vista de la Ciudad de Panamá, un polo financiero y logístico de Centroamérica. /CA360

El Índice de Burocracia 2025, elaborado por el Adam Smith Center for Economic Freedom de la Universidad Internacional de Florida (FIU), posiciona a Panamá en un lugar poco favorable para el clima de negocios: los trámites para abrir una empresa mediana suman en promedio 3,332 horas, alrededor de 416 días laborales.

Esta cifra está muy por encima del promedio latinoamericano de 1,850 horas, lo que convierte al país en uno de los más lentos y complicados para quienes desean iniciar operaciones formales. En el ranking regional, Panamá aparece junto con Argentina (4,496 horas) y Chile (5,227 horas) como los tres países con mayor carga administrativa.

El estudio es una revisión a 18 países de América Latina y el Caribe, además de España, Italia y Portugal sobre cuánto se demora una persona en abrir una mediana empresa. Para esto, se revisa la carga de trámites ante las instituciones del gobierno y municipalidades, así como los permisos de servicios básicos.

El desafío panameño, según el estudio, está en el primer contacto del emprendedor con el Estado. La demora en registros nacionales, permisos municipales y servicios básicos termina frenando la creación de nuevas empresas, a pesar de que el país ha buscado consolidarse como un hub de inversión en la región.

 

El Salvador, el menos burocrático de CA

El estudio también resalta las diferencias entre los países centroamericanos. El Salvador (720 horas) y Costa Rica (824 horas) se ubican entre los sistemas más ágiles.

Por otro lado, Guatemala (2,493 horas) muestra una burocracia pesada que frena el surgimiento de empresas medianas, mientras que Honduras (1,493 horas) se encuentra en una posición intermedia, con trámites más rápidos que Panamá, pero aún por encima de la media global.

En este contraste, Panamá queda en desventaja frente a vecinos que han avanzado en digitalización de procesos y simplificación administrativa, una estrategia que el informe identifica como clave para reducir los costos de oportunidad.

Más allá del tiempo, el índice calcula el impacto financiero de la burocracia. Según el informe, las empresas de la región pierden en promedio $61,605 en productividad por compañía debido al tiempo invertido en trámites para abrir negocios, además de $52,514 anuales adicionales por mantenerlos funcionando dentro de la formalidad.

En conjunto, los 21 países estudiados registran un costo de oportunidad de $110,500 millones al año, equivalente al 13 % de su producto interno bruto (PIB) combinado y al 42 % de sus exportaciones.

El informe también advierte que la excesiva tramitología desalienta la formalización. En una región donde más del 50 % de los trabajadores están en la informalidad, la dificultad para constituir legalmente una empresa crea incentivos para operar fuera del marco regulatorio.

Además, la complejidad burocrática alimenta canales de corrupción, ya que las empresas muchas veces recurren a pagos extraoficiales para acelerar permisos, licencias y registros. Panamá, al igual que otros países de la región, enfrenta este reto en sectores como construcción, comercio y servicios.

De América Latina, Brasil es el país menos burocrático, con 284 horas para abrir una empresa.

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