Costo de envío amenaza estabilidad de las remesas hacia Centroamérica

El nuevo impuesto del 1 % aprobado en Estados Unidos a las transferencias podría reducir los flujos de remesas entre 0.37 % y 1.21 % en el mediano plazo.

Las remesas son un colchón de las economías centroamericanas por el consumo y estímulo del ahorro. /CA360

El nuevo impuesto a las remesas del 1 % aprobado en Estados Unidos, que se aplicará a partir del 1 de enero de 2026, podría reducir los flujos entre 0.37 % y 1.21 % en el mediano plazo en la región, según un estudio de la Secretaría Ejecutiva del Consejo Monetario Centroamericano (Secmca).

Las remesas se han consolidado como uno de los pilares económicos de Centroamérica y República Dominicana. En El Salvador, Honduras y Nicaragua equivalen al 27 % del producto interno bruto (PIB), mientras que en Guatemala superan el 19 %, convirtiéndose en una fuente de divisas superior a las exportaciones y a la inversión extranjera directa

El estudio advierte que el reciente impuesto del 1 % afectará de forma directa la capacidad de envío de los migrantes, en los cuales una buena parte se encuentran en estatus irregular.

Según las estimaciones, las remesas son relativamente inelásticas al costo en el corto plazo: por cada 1 % de incremento en el costo de envío, los flujos se reducen 0.37 %. Sin embargo, el efecto se acumula con el tiempo y puede llegar hasta -1.21 % en el largo plazo

Esto significa que, aunque las familias migrantes priorizan enviar dinero aún cuando los costos suben, una carga sostenida podría erosionar de forma gradual la magnitud de los envíos.

En medio de la ofensiva contra la migración, Estados Unidos aprobó en julio un impuesto a las remesas -que inicialmente se propuso del 5 %- para financiar un polémico programa fiscal. Este cargo se aplicará únicamente a transferencia de remesas para cualquier remitente con efectivo, un giro postal, un cheque de caja o cualquier instrumento físico. Queda exentas las transferencias desde una cuenta bancaria o tarjeta de un banco domiciliado en Estados Unidos.

Remesas para consumo e inversión

El informe también resalta diferencias en el destino de las remesas dentro de la región. En El Salvador, el 98.7 % de los recursos se destina al consumo, mientras que apenas el 1.3 % se canaliza hacia inversión.

En Guatemala, en cambio, el patrón es más diversificado con un 58.4 % para consumo, 29.3 % para inversión y ahorro, y  un 12.3 % salud y educación.

En Honduras, el 76.4 % se usa para manutención, con mínimos porcentajes dirigidos a inversión (1.4 %) y ahorro (2.5 %)

Además del costo de envío, el estudio identifica otros determinantes de las remesas, como el crecimiento económico de Estados Unidos que impulsa la capacidad de los migrantes para enviar más dinero. Además, incide la política contra la migración y el empleo hispano en EE. UU., así como el tipo de cambio en los países receptores.

En el primer semestre de 2025, Guatemala, El Salvador y Honduras recibieron más de $22,765.1 millones, una cifra que aumentó en $3,764.13 millones en relación con igual período de 2024, equivalente a un 19.8 %.

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