Moody’s prevé estabilidad en la banca panameña en 2025, con mayor dinamismo en 2026

Para 2026 se prevé un crecimiento sostenido por la demanda de crédito y mayor actividad en el desarrollo de vivienda.

Panamá tiene el título de ser un hub financiero en Centroamérica. /CA360

La calificadora de riesgo Moody’s considera que el sistema financiero de Panamá se mantiene sólido, pero anticipa un repunte en 2026 apalancado por mayor demanda de créditos y el dinamismo del desarrollo inmobiliario.

En el foro Inside Latam: Panamá 2025, Rodrigo Marimón, analista de Instituciones Financieras de Moody’s Ratings, afirmó que la perspectiva para el sistema bancario panameño en 2025 es estable, incluso en un escenario global marcado por tasas de interés elevadas, tensiones en el comercio internacional y presiones fiscales.

Marimón destacó que la banca panameña conserva una capitalización robusta, rentabilidad resiliente y acceso sólido a financiamiento de mercado, características que la diferencian de otros sistemas de la región donde la perspectiva es negativa, como México y Colombia.

El crecimiento de la cartera de crédito en Panamá se ha mantenido muy por debajo de los niveles de otros países de la región, debido al bajo apetito de riesgo de los bancos y a la menor demanda de las empresas. Para 2025, se espera que continúe esta tendencia moderada, con un desempeño estable pero sin grandes expansiones.

Sin embargo, la calificadora anticipa un cambio de tendencia en 2026 por la reactivación de proyectos habitacionales, una mayor demanda de crédito interno y un posible alivio en las tasas de interés podrían convertirse en motores de un crecimiento más robusto y de un repunte en la rentabilidad del sistema.

Riesgos internos y externos

René Medrano, gerente de calificaciones de Moody’s Local Centroamérica, advirtió que la banca enfrenta un “doble frente de presiones”: por un lado, el alto costo del financiamiento internacional, que limita la expansión del crédito; y por otro, los retos internos vinculados a la incertidumbre en el sector minero, las reformas pendientes de la Caja de Seguro Social y la situación del mercado inmobiliario por hipotecas, factores que podrían frenar la dinámica crediticia.

En este contexto, Moody’s subrayó que las recientes reformas en la Caja de Seguro Social y la Ley de Interés Preferencial ayudarán a mitigar algunos de estos riesgos.

La banca panameña atraviesa además un proceso de transformación estructural, marcado por fusiones y adquisiciones, avances en digitalización y el reto de ampliar el financiamiento a las pequeñas y medianas empresas (PYMES).

Para Marimón, las fusiones representan una oportunidad de consolidación, que permite a los bancos ganar escala, mejorar eficiencia y fortalecer su posición financiera. Sobre la digitalización, reconoció que Panamá está avanzando, aunque aún rezagado frente a países como Brasil. No obstante, la fuerza de los grupos económicos locales y el tamaño de los bancos más grandes han limitado la entrada de actores globales como Nubank.

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