El Gobierno de Panamá confirmó que el retorno de Chiquita generará 5,000 nuevos empleos y una inversión de $30 millones. Esto con un plan dividido en 2 etapas para modernizar fincas y recuperar la producción agrícola.
El ministro Julio Moltó recordó que la salida de la compañía estuvo marcada por un conflicto sindical que ocasionó la pérdida de 6,500 empleos. Sin embargo, tras gestiones del Ministerio de Trabajo, el Ministerio de Desarrollo Agropecuario y el propio Ministerio de Comercio, se alcanzó un entendimiento que permitirá reactivar las operaciones.
Etapas del plan de reactivación
La estrategia de retorno contempla 2 fases principales. La primera iniciará este mismo año con el mantenimiento de fincas, limpieza, fumigación y evaluación del estado de la fruta. Esta etapa generará 3,000 empleos antes de finalizar 2025.
La segunda fase comenzará en los primeros meses de 2026 y sumará otros 2,000 empleos. Con estas acciones, se espera recuperar gradualmente la producción agrícola y la logística asociada.
“La gira a Brasil fue un éxito, la reunión con el dueño de Chiquita cerró con broche de oro, porque se logró que la empresa volviera a Panamá, y hay que decir que todo inició con una huelga ilegal del sindicato, dirigido por sindicalistas tozudos, que hicieron que se perdieran… pic.twitter.com/4qOt2hSGRn
— Telemetro Reporta (@TReporta) September 11, 2025
Inversión y modelo de producción
Chiquita se comprometió a invertir 30 millones de dólares en Panamá para modernizar la producción. La empresa implementará un modelo de aparcería, que permite a productores locales cultivar bajo estándares de la compañía.
De esta forma, la multinacional comprará directamente la fruta a los colonos que cumplan con los requisitos de calidad, manteniendo el control sobre el proceso de exportación.
Impacto esperado
El retorno de Chiquita a Panamá representa una oportunidad de recuperación económica para las comunidades bananeras. Además de empleo, la inversión busca fortalecer la competitividad agrícola y garantizar la continuidad de la producción bajo marcos legales panameños.
El Gobierno destacó que este acuerdo marca un nuevo capítulo en la relación entre Panamá y una de las empresas bananeras más importantes del mundo.