La producción de quesos continúa siendo un motor económico clave en Nicaragua, con una generación de 171.1 millones de libras en 2024.
Según datos oficiales, la mayor parte de esta producción se destinó a la exportación, mientras que el 21% provino de queseras artesanales que contribuyen significativamente a la economía local.
La producción de quesos se ha consolidado como una de las actividades económicas más relevantes en Nicaragua, no solo por su impacto en la generación de empleos, sino también por su aporte a la seguridad alimentaria y su capacidad para dinamizar el comercio interno y externo.
De acuerdo con un informe del Ministerio Agropecuario (MAG), en 2024 la producción alcanzó las 171.1 millones de libras, de las cuales 113.6 millones fueron destinadas a la exportación, principalmente hacia mercados centroamericanos, mientras que 57.5 millones se distribuyeron para el consumo nacional.
El 79% de la producción total provino de 35 plantas industriales, mientras que el restante 21% fue elaborado por 721 queseras artesanales, que además de queso producen derivados como quesillos, cuajada y crema.
Estas pequeñas y medianas unidades productivas juegan un papel clave en las economías locales, particularmente en zonas rurales, donde generan empleos y fortalecen las cadenas de valor agroalimentarias.
Exportaciones y demanda regional
El queso nicaragüense es altamente demandado en los mercados regionales debido a su calidad y diversidad de productos.
Las exportaciones se han convertido en una oportunidad crucial para el crecimiento del sector, generando divisas y promoviendo la creación de nuevos emprendimientos, especialmente en áreas rurales donde la actividad quesera es fundamental para las familias productoras.
El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, a través del Sistema Nacional de Producción, Consumo y Comercio, ha informado que está promoviendo la “mejora continua” en el sector lácteo mediante capacitaciones, asistencia técnica y el acceso a tecnologías modernas.
Sin embargo, organizaciones independientes y expertos en economía rural han señalado que la falta de transparencia y las dificultades para acceder a mercados internacionales podrían limitar el desarrollo sostenible del sector.
Impacto social y sostenibilidad
Además de su aporte económico, la producción de quesos contribuye a la seguridad alimentaria en Nicaragua, permitiendo que miles de familias dependan de esta actividad. Sin embargo, los pequeños productores enfrentan retos como el acceso a financiamiento, insumos de calidad y mercados competitivos.
El monitoreo realizado por el MAG en 2024 revela que, aunque las plantas industriales lideran la producción, las queseras artesanales son un pilar para las economías locales, particularmente en comunidades donde el empleo formal es limitado.