El consumo en Centroamérica está atravesando una transformación evidente, pues los hogares están priorizando el valor por encima del estatus de marca, reveló el último análisis Consumer Insights de la consultora Kantar, correspondiente al tercer trimestre de 2025.
El análisis reveló que las marcas económicas crecieron un 11 %, mientras que las premium cayeron un 9 %. Esta brecha refleja un comportamiento claro del shopper regional, que está dispuesto a cambiar de marca siempre que perciba un mejor rendimiento por su dinero.
El estudio señala que el volumen por acto de compra cayó un 5 %, mientras que la frecuencia de visitas aumentó, especialmente en Guatemala y Honduras.
Según Kantar, los consumidores están comprando menos por cada visita, pero acudiendo con mayor regularidad a los puntos de venta. La preferencia por presentaciones pequeñas y medianas explica buena parte de este fenómeno, ya que permiten compras más planificadas y compatibles con presupuestos ajustados en un contexto económico mixto.
El consumo responde al ciclo económico
A pesar de que las proyecciones económicas se han moderado, el consumo en la región muestra señales de resiliencia. Las remesas —un motor crucial para los ingresos de los hogares— crecieron 22 % en Guatemala y 19 % en República Dominicana, mientras que países como El Salvador mantienen inflaciones mínimas, incluso tan bajas como 0.3 %.
En este entorno, los alimentos y el cuidado del hogar están impulsando el crecimiento en presentaciones pequeñas, mientras que categorías como el cuidado personal y la comida para mascotas se consolidan dentro de las preferencias de la canasta de productos masivos. En contraste, los tamaños XL pierden relevancia, particularmente en Nicaragua y Costa Rica.
Kantar agrega que un consumidor promedio visita 18 canales distintos, seis y medio más que en 2020, impulsado por la búsqueda constante de conveniencia y precios más competitivos. Tiendas de conveniencia y farmacias están ganando terreno con un crecimiento del 39 % en valor, mientras que los formatos tradicionales retroceden, golpeados por la percepción de precios altos y surtido limitado.
En paralelo, el comercio electrónico continúa su expansión acelerada pues alcanzó su máximo histórico con un crecimiento del 41 % en valor y una penetración del 32.5 %, consolidándose como una de las vías de compra más dinámicas de la región.
Este avance contrasta con la contracción del canal tradicional, que retrocede un 1 % y enfrenta el desafío de reconectar con un consumidor cada vez más exigente, más informado y más acostumbrado a comparar antes de elegir.






