La auto denominada Suiza Centroamericana, Costa Rica, se encamina hacia un crecimiento económico significativo este año, con un aumento proyectado del 5%, marcando así el segundo mejor registro en la última década.
Este impulso económico se traduce en una mayor inversión privada, generando empleo y aumentando el consumo debido al incremento del ingreso disponible en los hogares costarricenses, según la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (CINDE), ente encargado de promover la llegada de inversión extranjera al país.
El dinamismo de las zonas francas ha jugado un papel crucial en este crecimiento, contagiando positivamente a otros sectores como el comercio, turismo y la construcción privada. Sin embargo, se observa una caída en el sector agrícola.
La revisión al alza de las proyecciones económicas, de 4,2% a 5%, se alinea con una atractiva perspectiva para la inversión extranjera directa y el cumplimiento de compromisos con organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional.
“Costa Rica se convierte en un imán para la inversión extranjera directa y reinversiones en el mercado doméstico”, dijo a la prensa local Daniel Suchar, analista financiero.
Este año, la llegada de 28 nuevas empresas multinacionales respalda esta tendencia, según datos de Cinde.
La tasa actual de desempleo en Costa Rica se sitúa en 9,6%, con una tasa más baja para los hombres (7,8%) que para las mujeres (12,4%).
Cinde detalla que la mayor actividad económica y el dinamismo en la adquisición de bienes y servicios, reforzado por la obtención de créditos de consumo, hipotecario y prendario, contribuyen a este panorama alentador.
Para 2024, se espera que el crecimiento económico se sitúe en 3,8%, indicando que los efectos de la pandemia y la incertidumbre económica de los años 2021 y 2022 están quedando atrás.
“Las respuestas oportunas en política monetaria y fiscal han sido clave para consolidar el crecimiento en 2023 y mantenerlo en 2024”, expresó Rodrigo Cubero, expresidente del Banco Central.
A pesar de las perspectivas positivas, Costa Rica enfrenta riesgos como una política monetaria restrictiva, la desaceleración de la economía mundial, el aumento de los precios internacionales de materias primas y los conflictos geopolíticos, que podrían impactar la recuperación económica.