La ralentización del crecimiento, aumento de migración, riesgos financieros y tensión diplomática en Centroamérica son algunas de las repercusiones que se esperan si Estados Unidos aplica el impuesto a las remesas, advirtió la Secretaría Ejecutiva del Consejo Monetario Centroamericano (Secmca).
A través de una nota económica, elaborada por Juan F. Izaguirre, se plantea que las medidas comprendidas en el ‘Gran y Hermoso Proyecto de Ley’ tendrán un impacto significativo en Centroamérica, sobre todo por el impuesto a las remesas enviadas por personas que no son ciudadanos estadounidenses.
El documento en discusión en el Senado estadounidense plantea recortes fiscales y aumento a la seguridad fronteriza, cuyo financiamiento procederá de un impuesto del 3.5 % a partir de enero de 2026, que se aplicaría a las remesas enviadas por no ciudadanos, es decir, personas sin documentos, residentes permanentes y titulares de visas temporales.
Esta medida afectaría a cerca de 4.2 millones de centroamericanos. Aunque los ciudadanos estadounidenses estarían exentos, genera preocupaciones por la privacidad y el exceso de burocracia ya que tendrían que obtener una exención fiscal o un crédito tributario.
Mayor costo
Según la nota económica, los remitentes de remesas posiblemente reducirán los montos enviados por lo cual las familias receptoras recibirán menos dinero, un golpe a la economía regional donde estos aportes representan del 19 % al 26 % del producto interno bruto (PIB).
Dicho impuesto se suma a las comisiones que se pagan a las empresas remesadoras, como Western Union o MoneyGram. De esa manera, el Consejo Monetario ilustra que enviar $350 a Centroamérica pasará de tener un promedio de $9.21 a $23, un 149.7 % de aumento.
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A cierre del año 2024, las remesas recibidas por los países de la región alcanzaron la cifra de US$56,274.4 millones, lo cual representó un crecimiento interanual de 7.0%. El desempeño económico de los EE. UU. sigue siendo uno de los… pic.twitter.com/qN6GkcFDyq— SECMCA (@secmca) April 7, 2025
“El aumento en los costos podría reducir la cantidad de dinero enviado, ya que los migrantes, especialmente los de bajos ingresos, tendrían menos capacidad para enviar la misma cantidad. Alternativamente, podrían optar por canales informales para evitar el impuesto, lo que incrementa riesgos de fraude y lavado de dinero”, sostuvo.
El Consejo Centroamericano calculó que, al hacer una extrapolación de las remesas que se esperan recibir en 2025 desde Estados Unidos con el impuesto del 3.5 %, el impacto directo es de $1,800 millones.
Posibles impactos en la economía
El Consejo Monetario recordó que las remesas son recursos “clave” para el crecimiento económico en Centroamérica, en particular en El Salvador, Honduras, Guatemala y Nicaragua donde representan más del 20 % de la producción.
De esa manera, la aplicación del impuesto se traduciría en ralentización del crecimiento económico porque se anticipa una disminución en el consumo familiar. Esto afectará a los sectores de comercio minorista, agricultura y pequeños negocios.
La pérdida de ingresos por remesas podría impulsar una “nueva ola migratoria”, advirtió la institución en la nota, ya que las “familias buscarían compensar esa caída económica”.
Asimismo, “podría tensar las relaciones entre EE.UU. y los países centroamericanos, por la alta dependencia de las remesas como una fuente de divisas”, sostuvo.
Los remitentes de remesas podrían utilizar más los canales informales, como criptomonedas o transferencias en efectivo, aumentado el riesgo ante las actividades ilícitas, fraude o lavado de dinero.