La Cámara de Industria de Guatemala (CIG) calificó como “desmedido” y “sin sustento técnico” el incremento del 10 % y 6 % en el salario mínimo anunciado por el presidente Bernardo Arévalo.
Según la gremial, esta medida podría tener graves repercusiones en el empleo formal y la sostenibilidad de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes).
La CIG señaló en un comunicado que sólo el 30% de los guatemaltecos trabajan en la economía formal y advirtió que este porcentaje podría reducirse como consecuencia del incremento.
Esto, aseguró, privaría a miles de personas de los beneficios asociados a empleos formales, como prestaciones y seguridad social.
“Este incremento desmedido, sin un sustento técnico, tendrá consecuencias para el empleo formal y afectará directamente la competitividad de las empresas en el país”, afirma la organización.
Retos para las Mipymes
Las Mipymes, que ya enfrentan dificultades operativas debido a la falta de infraestructura y las demoras en puertos, estarán entre las más afectadas, dijo la CIG, que adviertió que muchas de estas empresas no podrán absorber los costos incrementales sin una mejora en la productividad, lo que pone en riesgo su sostenibilidad.
“Incrementos de tal magnitud comprometen el futuro de las empresas, especialmente de los emprendimientos y las Mipymes, que son fundamentales para la economía del país”, señalaron.
Efectos inflacionarios y competitividad
La gremial también expresó preocupación por los posibles efectos inflacionarios de esta medida, que podrían incrementar los costos de la canasta básica y reducir el poder adquisitivo de los guatemaltecos.
Además, el aumento del 6 % para las actividades exportadoras y de maquila podría dificultar la atracción de inversión extranjera, un factor clave para la generación de empleo.
La CIG hizo un llamado a las autoridades para que adopten decisiones basadas en criterios técnicos y en la situación económica actual del país.
“Es importante considerar medidas que realmente beneficien a la mayoría de la población sin comprometer la estabilidad macroeconómica ni el futuro de las empresas”, concluyó.